Grandes dificultades para localizar a los propietarios de los solares abandonados y exigirles su limpieza para evitar posibles incendios en la ciudad. Los alcaldes de la provincia denuncian la «impotencia» de los ayuntamientos a la hora de reclamar el mantenimiento de los descampados, cuya titularidad es, muchas veces, difícil de averiguar.

Una gran parte de los terrenos, que han registrado en lo que va de año 70 fuegos, pertenecen a empresas ya extintas y han pasado a manos de los bancos. En otras ocasiones, cuesta, según puntualizan, identificar al dueño y hacerle llegar la pertinente notificación para requerirle la adecuación de la parcela.

Desde la Unió de Llauradors apuestan por endurecer las penalizaciones para quienes no mantengan sus propiedades en unas condiciones mínimas, así como por impulsar incentivos fiscales para quienes las cuiden y tengan cultivos en producción.

La presencia de cristales, neumáticos o plásticos dispara el riesgo de incendio, además de causar problemas de salubridad.

«Nos enfrentamos a un problema enorme. Cuando el titular es un particular suele cumplir al ser advertido, pero hay muchas fincas que son de promotoras que han quebrado. Cuando la situación es grave, los servicios municipales acceden de oficio, pero no es fácil obtener ese permiso y es preciso agilizar el proceso», reclama el primer edil de Onda, Ximo Huguet. Recuerda que en su localidad, que ha enviado este año 179 notificaciones y ha interpuesto 51 multas, es posible ceder los terrenos al consistorio para impulsar huertos urbanos.

UN PROCESO LENTO / Su homóloga en Almassora, Merche Galí, comparte la opinión de Huguet y explica que «la problemática se centra en los solares que pertenecen a empresas liquidadas o en vías de extinción porque localizar a sus titulares para requerirles la limpieza es complicado administrativamente y suele retrasar el proceso». Almassora ha sufrido siete incendios en el último mes.

El alcalde de Moncofa, Wenceslao Alós, incide en que el conflicto es recurrente año tras año. «Pedimos que se limpie una zona o actuamos de forma subsidiaria, pero, como no hay constancia, el problema se repite», asegura. En Peñíscola, Andrés Martínez, corrobora una problemática generalizada en la provincia.