Los lazos amarillos, todo un símbolo del procés indenpendista de Cataluña a raíz de la orden de prisión de los presidentes de Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Cruixar y Jordi Sánchez, aparecieron ayer en varios puntos de dos de los municipios castellonenses más próximos a Cataluña, Vinaròs y Benicarló, trasladando así a la provincia la reivindicación del procés en el día grande de la comunidad vecina, la Diada.

A primera hora de la mañana se encontraron en varios puentes del término municipal de Vinaròs --el del Camí Carretes y el de la carretera a Càlig--, y en Benicarló, tanto en los alrededores de la estación de ferrocarril como en la avenida Felipe Klein. Además, en Vinaròs, por el centro de la ciudad, se colgaron unos pocos carteles, tamaño folio, con una fotografía de Carles Puigdemont y en los que se podía leer Se busca, por traidor y cobarde. Tanto los carteles como los lazos fueron retirados durante la jornada.

El alcalde de Vinaròs, Enric Pla, explicó a este periódico que en la ciudad viven «con mucha naturalidad» el proceso catalán. «Aquí hay un mestizaje muy grande por la proximidad con Cataluña, con vecinos de la Sènia, Ulldecona o de Alcanar y vivimos con mucho interés todo lo que pasa, pero con respeto y queriendo que los catalanes tengan la posibilidad de expresarse libremente». «Personalmente lamento que haya personas en la prisión por una expresión política», apuntó el munícipe de Vinaròs, reconociendo que le gustaría que «siguiéramos en el mismo barco».

Respecto a los lazos aparecidos en Benicarló, el PP de la Comunitat, a través de un tuit exigió «la inmediata retirada». «El espacio público no puede ser invadido por símbolos partidistas ni ser un escaparate de la propaganda separatista», decían. Un mensaje al que, en tono irónico, respondió por el mismo canal el edil de Benicarló de Esquerra Republicana, Josep Barberà: «Si hubierais hecho el trabajo y tuviéramos buena frecuencia, podrías venir en tren a quitarlos vosotros».

BENICÀSSIM // Aunque ayer ya no estaban, en los últimos días se colgaron lazos amarillos en el puente de la N-340 que conecta con el recinto de festivales.