El fallecimiento del expresidente de Cuba, Fidel Castro, ha sido acogida con relativa indiferencia por parte de los casi cuatrocientos cubanos residentes en Castellón, quienes, en buena parte, consideran que la ausencia del padre de la revolución de la década de los cincuenta apenas cambiará sus vidas y su arraigo con esta provincia.

Los cubanos que habitan hoy en la provincia de Castellón, en un porcentaje muy elevado, tienen como denominador común su desencuentro con el actual régimen castrista, por lo que esperan que «este sea un paso más hacia la democratización y apertura al exterior de un régimen que es de otro tiempo», coinciden en señalar algunos de los testimonios recogidos, que señalan que «ni celebramos ni nos entristecemos por la noticia de su muerte», explican.

La industria y la hostelería acaparan, casi en un 60%, los sectores en los que los cubanos de Castellón se han asentado en la provincia. José Antonio, ya jubilado, recuerda cómo llegó desde La Habana en 1998 tras desavenencias con la falta de diálogo de una forma de hacer política que ha contagiado al resto de sus familiares, hijos y nietos hoy dispersos por Miami y otras zonas de Estados Unidos. «Fidel no está, pero el sistema sigue y seguirá», explican las mismas fuentes.

Sobre el anuncio del actual presidente Raúl Castro de abandonar el cargo en 2018, los cubanos residentes en Castellón dicen tener claro que el actual régimen pondrá a alguien que asuma la manera de gobernar en un «país que se llama socialista y no lo es, porque realmente es un comunismo a la cubana que resulta difícil de digerir por buena parte los ciudadanos que tienen que salir de su país», señalan.

«Población muy asentada»

La comunidad cubana en Castellón la compone a día de hoy un total de 392 personas nacidas en la isla caribeña, de los más de 4.500 que existen en la Comunitat Valenciana. Se trata de un colectivo dividido entre los que se muestran a favor del actual régimen castrista y los que lo rechazan. Los primeros sí suelen integrarse en asociaciones, al contrario que los segundos, que prefieren el anonimato e integrarse en la cotidianeidad de la vida en Castellón, una provincia que carece de agrupaciones formalmente constituidas, según explican algunos de los cubanos ya plenamente nacionalizados en territorio español.

Sobre la posibilidad de volver a la isla si cambian las actuales circunstancias políticas, nueve de cada diez cubanos consultados en Castellón lo tienen claro al señalar que «nuestro tiempo en nuestro país se ha acabado. Ahora lo importante es que las personas que están allí, nuestras familias y amigos, disfruten de un sistema de libertades como el que nos ofrece España», explican José y Raúl, dos cubanos afincados desde hace más de doce años en Vila-real y la Vall d’Uixó, respectivamente.

Por otra parte, la comunidad inmigrante cubana no ha sido ajena a la crisis económica a la que ha estado sumida la provincia desde 2007, con una importante reducción en la cifra de residentes. Así, el número de cubanos afincados en Castellón se ha reducido en más del 30% en apenas siete años.

Cambio generacional

«No siento ni celebro la muerte del dictador. Me da igual», coinciden en señalar José Antonio y José Andrés, quienes no se conocen entre sí pero ofrecen la misma opinión pese a que sus edades difieren en casi 30 años. En este sentido, los cubanos residentes en Castellón señalan su confianza de que no habrá una nueva generación amparada en los cánones de una revolución que ven «superada» por los últimos acontecimientos históricos y ponen de ejemplo los cambios surgidos en Rusia y China.

Por otro lado, entre las razones que esgrimen ocho de cada diez cubanos en Castellón para no volver a su país de origen están las circunstancias familiares, ya que la mitad de ellos ya han rehecho su vida en la provincia o bien, la otra mitad ha podido rehacerla al conseguir repatriar a los suyos.