Desastrosa. Así calificó la Unió de Llauradors la última campaña de cítricos, cerrada en julio con una caída de ingresos respecto al año anterior que esta organización agraria cifra en 160 millones de euros.

El responsable de cítricos del sindicato, Carles Peris, explicó que la segunda parte de la temporada fue mejor que la primera, aunque la pujanza y los buenos precios de nuevas variedades como la tango, orri o nadorcott (protegidas por los llamados royalties) tampoco sirvieron para que los ingresos de los labradores fueron mejores que los de la campaña anterior. En concreto, fueron un 3% inferiores, lo que según los cálculos de la Unió supone dejar de ingresar 127 millones respecto a un 2015 que fue de los peores de la década y se cerró con números negativos.

Las pérdidas con respecto a la temporada anterior fueron más cuantiosas en lo que para el sector es el tramo inicial de la campaña, en la que básicamente se recolecta clemenules. Las «adversidades climatológicas» hicieron que mucha fruta se quedara en el árbol, provocando una caída de ingresos de 130 millones.

El balance de la campaña 2016/2017 se realiza en un momento de pesimismo para el sector, que prevé una caída de la producción de entre el 40% y el 50% para la próxima campaña. El objetivo de los labradores es compensar esta merma con un aumento de los precios. En este sentido, Peris, aseguró que ya se están cerrando tratos por un valor que oscila entre los 27 y los 31 céntimos por kilogramo.