El intenso debate interno que el reparto de los escaños en la Diputación de Castellón ha abierto en el PSPV-PSOE agita más y más a un partido que es, sin embargo, el que está llamado a gobernar la institución tras más de 20 años de hegemonía del PP, bien con pactos con Compromís --su aliado natural--, con Ciudadanos, o incluso en solitario.

Entre los muchos movimientos que se suceden entre los socialistas castellonenses, en principio distribuidos entre el bloque afín a la ejecutiva provincial que lidera Ernest Blanch y el que definen, sobre todo, las direcciones comarcales de Plana Alta y Ports Maestrat, pero también en la Plana Baixa, tuvo ayer especial significado el del secretario general de de la capital, Francisco Gil.

A primera hora de la tarde, Gil emitió un sucinto comunicado en el que declaró su respaldo a la lista de nombres aprobada por la ejecutiva provincial, así como a los criterios seguidos de incluir solo a alcaldes de municipios pequeños y/o concejales de los grandes --es el caso de la edila de Castelló, Patricia Puerta-- que, en la práctica implica la exclusión, precisamente, de los nombres que reclaman las comarcas, los de alcaldes como José Benlloch, de Vila-real; la Vall d’Uixó, Tania Baños; o Benicarló, Xaro Miralles, todos ellos con buenos resultados en las urnas y de los que defienden también su experiencia y capacidad de gestión.

La declaración pública de Francisco Gil implica su voluntad de desmarcarse de su secretario comarcal, el de la Plana Alta, Joan Morales, una de las áreas más activas en la reivindicación de que los primeros ediles de las poblaciones grandes entren en juego.

LOS QUE SE POSTULAN // De ellos, José Benlloch y Xaro Miralles han expresado con claridad su convicción de que deben estar en la institución, con el aval de su gestión y experiencia al frente de sus respectivos ayuntamientos, así como del respaldo de las urnas.

Desde la ejecutiva provincial, insistieron ayer en que no cabe discusión posterior a una lista que apoyaron tres cuartas partes de sus integrantes, por lo que «no se entiende» la oposición, salvo por parte de «los descontentos» que no han entrado en la candidtura, así como defendieron que la voluntad expresada de presentar listas alternativas cuando llegue la elección ante la junta electoral implica un desacato a la disciplina de partido, que es la que ha sostenido desde siempre al PSOE, pusieron de manifiesto.

En el interín, se conoció la renuncia del alcalde de la Pobla, Carles Selma, que da paso a la primera suplente del partido judicial de Castelló, María Jiménez, de Orpesa, lo que hace avanzar al conjunto de nombres hacia una paridad global que no se cumplía. Mientras, los movimientos entre comarcas y la ejecutiva de País, que lidera Ximo Puig, no se detienen, del mismo modo que las negociaciones de esta última con Ferraz para hacer cambios que apaguen el incendio. Precisamente, el PSPV celebra hoy una reunión de la comisión ejecutiva nacional que tal vez arroje luz, o no.