Intercitrus se reactiva tras una década paralizada pese a la grave crisis del sector y se fija como «primer reto, cara a la nueva campaña tras el periodo estival, de ser una herramienta útil para revitalizar el campo en la provincia y a nivel nacional» tras encadenar unas pésimas temporadas.

Desde que se quedara sin fondos en el 2008 para promocionar el consumo de naranjas y mandarinas por el veto de los productores, la interprofesional reunió ayer bajo la presidencia del vila-realense Manuel Arrufat, a su asamblea general y a la permanente «para comenzar a funcionar», según comentó ayer desde Fepac-Asaja, su secretario general, José Vicente Guinot. «Retomar la actividad de Intercitrus ya es importante per se, pero hay que tener las ideas claras y que se convierta a corto, medio y largo plazo, en una herramienta útil, práctica, que dé un empujón al sector, que lo necesita», indicó.

La primera cita, ayer, llega después de medio año de intenso trabajo de la mano de los seis colegios, o áreas, que conforman la entidad, y que remata los trámites administrativos y de burocracia de la documentación que faltaba por actualizar de casi los últimos cinco ejercicios, y que ya se ha puesto al día, según informan desde Intercitrus, tras la reunión. «Ahora hay que ver y trabajar en objetivos claros para incrementar la funcionalidad del ente, para mejorar la productividad y las exportaciones al exterior», según Guinot, nuevo en la comisión, y que espera que «no se repitan errores del pasado».

EL SECTOR, EN MARCHA // «Intercitrus es la interprofesional estatal, y se reactiva con mucha ilusión por parte del sector, para defender los intereses desde ya», explicó el secretario general de Fepac, que pide que «no se cree la casa por la ventana, con una nueva macroestructura, sino que se generen sinergias entre los colegios para el objetivo común de hacer crecer el sector citrícola». «Ahora hay que establecer una hoja de ruta», señalaron.