Todo esfuerzo es bien recibido para intentar combatir la plaga de mosquitos que, desde hace unos veranos, afecta a las localidades costeras de la provincia, provocando, en algunos casos, un verdadero problema de salud pública. Las administraciones empiezan a mover ficha para intentar frenar la proliferación de estos dípteros. Para ello, la Diputación de Castellón y la Conselleria de Medio Ambiente han puesto en marcha dos innovadores y pioneros planes, donde la última tecnología y la investigación se ponen al servicio de la lucha contra el mosquito común, el denominado de marjal y el temido tigre.

El proyecto de la técnica del insecto estéril (TIE), que está desarrollando la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca, con la colaboración del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, la empresa pública Tragsa y el Servicio Sanitario Vegetal, está previsto que dé resultados a medio plazo, ya que se realizará este año y el próximo. Este método se está aplicando en la Vilavella y Betxí a modo de prueba con el lanzamiento de machos estériles en el primero de estos municipios y su control y monitorización en el caso del segundo.

Esta técnica ya se está usando con éxito para atajar la mosca del Mediterráneo. En Italia, primer país europeo donde se ha desarrollado este método aplicado al mosquito tigre, ha arrojado resultados con un 70% de efectividad. La TIE se basa en la cría de insectos machos de la misma especie a combatir que son esterilizados mediante irradiación y, luego, liberados masivamente en el área de actuación, en este caso, en la Vilavella. Los machos estériles se aparean con hembras silvestres, pero los huevos puestos por estas son inviables, lo que evita su descendencia. Un dato a tener en cuenta es que los machos no pican, son solo ellas las que causan, durante los meses de verano, unas molestas rojeces.

ambicioso dispositivo // El plan que sí prevé resultados a corto plazo es el de la Diputación de Castellón, que ha invertido un millón de euros en un ambicioso dispositivo que cuenta con 40 medios terrestres y aéreos, entre los que figuran 18 drones y tres helicópteros. Se centra en efectuar tratamientos fuera de las zonas urbanas, especialmente marjales, con la colaboración de los ayuntamientos que son los que tienen esta competencia y siguen con sus propios controles.

El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, ya ha resaltado que el objetivo es poder acabar con esta plaga que afecta a los ciudadanos, pero también a un sector clave de la economía provincial, como es el turismo. Un ambicioso dispositivo que los expertos ya han indicado que, si se aplica con rigor, dará prontos resultados.