El ITC avanza en una segunda fase el estudio de las emisiones a la atmósfera causadas por la quema incontrolada de restos de biomasa agrícola a través del proyecto Open Burn II, impulsado por el Ministerio de Agricultura a través de la Fundación Biodiversidad.

La UE indica que la actividad con mayor potencial de reducción de material particulado a nivel nacional es la quema intencionada de biomasa residual, por lo que cuantificar y caracterizar en detalle las emisiones generadas en esta práctica permitirá conocer el impacto real y disponer de información técnica relevante para establecer estrategias óptimas. Ya durante el 2015, el ITC centró su estudio en las emisiones generadas durante la quema de restos de poda de cultivos citrícolas, olivo y almendro, y este 2016 se estudiarán otros residuos como la poda de vid y jardinería. H