Agrandes males, grandes remedios. La rápida reacción de la estación de Castelló ha conseguido reducir el tiempo de espera para pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de dos meses a dos semanas. Al menos a aquellos que piden cita de manera presencial, como pudo comprobar Mediterráneo el pasado viernes.

En verano suele producirse un incremento en las solicitudes para pasar la inspección. Es una pescadilla que se muerde la cola: la gente se acuerda de que debe realizar la inspección técnica cuando se acerca la hora de viajar por vacaciones y, como son muchos los años en el proceso, la siguiente fecha para renovar vuelve a ser en verano, produciendo un molesto tapón. Este año, pese a las previsiones de las estaciones, se vieron en principio desbordadas por una demanda mayor de lo habitual. Una situación ya crítica de por sí, que además se agravó por el nuevo procedimiento de inspección, que consta de pruebas adicionales y más exhaustivas que amplían el tiempo dedicado a cada vehículo.

Por ese motivo, la estación de Castelló, que aglutina el mayor número de revisiones en la provincia, ha habilitado un servicio que salvará el verano de muchos castellonenses, que podrán superar la inspección técnica de su vehículo y utilizarlo para viajar durante el periodo vacacional.

Pese a ello, otra opción que suelen emplear los conductores de la Plana en verano es desplazarse no solo a Vinaròs, sino también hasta Cantavieja y Sarrión (Teruel), Tortosa (Tarragona) o Sagunt (Valencia), que disponen de estaciones que suelen estar menos saturadas y ser más ágiles.

La problemática también afecta a los talleres, que viven en estas semanas previas a la Operación salida estival uno de los picos de actividad más altos.