La reforma de viviendas sigue dando alegrías al sector de la construcción y acumula ya cinco años de crecimiento ininterrumpido, lo que ha dado un balón de oxígeno a unas compañías que se quedaron bajo mínimos tras el estallido de la crisis inmobiliaria. Aunque en Castellón, en especial en la capital, la obra nueva vive un cierto despertar con varias promociones, la mayor parte del trabajo de estas compañías sigue correspondiendo a rehabilitaciones.

En la actualidad, existen dos tipos de trabajos que aglutinan la mayor parte de los proyectos: las exteriores y las interiores. Por una parte, y este es el filón más novedoso, abundan los proyectos de reformas de fachadas y de apuntalamiento de plantas bajas en los edificios antiguos. El motivo es que desde mayo del año pasado, cuando se publicó el correspondiente decreto autonómico, es «obligatorio que los edificios de más de 50 años y que quieran acceder a ayudas a la rehabilitación dispongan de un Informe de Evaluación de Edificios (IEE)».

Así lo explicó el presidente del Colegio Territorial de Arquitectos de Castellón, Ángel Pitarch, quien aseguró que los cambios legales y la proliferación de subvenciones autonómicas y estatales es lo que explica este aumento de proyectos. No obstante, la no aprobación de los Presupuestos Generales del Estado --y el posterior adelanto electoral-- podrían suponer un frenazo a esta realidad porque esas cuentas contemplaban la puesta en marcha de un Plan Estatal de Viviendas cuya redacción incorporaba ayudas a la rehabilitación.

Por el momento, ni Pitarch ni la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellon (APECC) detectan ningún frenazo. Todo lo contrario, pues el secretario general de esta entidad, Manuel Giner, advirtió recientemente de la falta de paletas para acometer las reformas.

PUESTA A PUNTO // En cuanto a las reformas de interior, son las que han provocado el crecimiento de la construcción en el último lustro. En Castellón, casi el 80% de las viviendas compradas son de segunda mano y muchas de ellas se construyeron hace más de diez años, con lo que quienes lo adquieren para entrar a vivir o alquilarla necesitan acometer una puesta a punto antes.