Castelló dio el pistoletazo de salida a una de las campañas electorales más reñidas entre los bloques de izquierda y derecha en la capital, con unos resultados de las autonómicas y generales que marcan las estrategias de cada partido para hacerse con la alcaldía de la capital, en una cita que va de la mano de las europeas y que por primera vez se celebra desvinculada de las autonómicas. 134.861 electores de Castelló están llamados a las urnas el 26-M. Anoche arrancó la campaña con la tradicional pegada de carteles y hoy empieza la pelea a pie de calle para captar el voto. Hay 11 candidaturas.

Todos salen a ganar, pero la fragmentación del panorama político hace improbables las mayorías absolutas. Tras el 26-M, salvo sorpresa mayúscula, habrá que pactar, y la diferencia es de un puñado de votos (1.536 si se extrapolan los resultados de las autonómicas del 28A) entre un hipotético bloque de izquierdas (PSPV, Compromís y Podem-CSeM-EU); y uno de derechas (con PP y Ciudadanos y Vox, que entraría por primera vez al consistorio de Castelló).

Con la mirada puesta en las autonómicas y de forma similar a lo que ha ocurrido con el Botànic --con un líder socialista como Ximo Puig más reforzado ahora que el Compromís de Mónica Oltra--, el Pacte del Grau que gobierna Castelló desde junio del 2015, con el PSPV (7 concejales) y Compromís (4) en el equipo de gobierno, apoyados puntualmente por Castelló en Moviment (4), podría reeditarse por la mínima. En 2015 sumaron 38.405 votos y tienen 15 de los 27 ediles del Palau Municipal. Con la extrapolación de los resultados del 28-A en la Comunitat, se quedarían con 14 (8 del PSPV, 4 de Compromís y 2 de Podem-CSeM). Los socialistas apuestan de nuevo por Amparo Marco para revalidar la alcaldía y Compromís tiene al actual vicealcalde, Ignasi Garcia, como candidato. CSeM se presenta ahora en confluencia con Podem y EU. No repite ninguno de los ediles y su alcaldable es Fernando Navarro.

En la bancada de la derecha, el PP, con 8 concejales, aspira a recuperar con Begoña Carrasco de alcaldable un gobierno municipal que tuvo durante más de dos décadas. En los últimos comicios municipales fue la fuerza más votada (20.770 votos), pero, en base a los resultados de las autonómicas, solo obtendrían ahora cinco ediles. Los mismos que Ciudadanos, que ahora tienen cuatro concejales. Con Alejandro Marín-Buck a la cabeza, su objetivo es mejorar los 12.005 votos de hace cuatro años. Además, se prevé la irrupción de Vox, con Luciano Ferrer de candidato y una estimación de tres ediles. En los últimos cuatro años el bloque de la derecha ha sumado 12 concejales y con la extrapolación del 28-A quedaría con 13 (5 del PP, 5 de Cs y otros tres de Vox).

El futuro de la capital está en manos de los castellonenses y del sentido del voto del 26-M. Para después quedará la aritmética y los pactos entre los partidos con representación municipal en una carrera de fondo hasta el sábado 15 de junio, que es cuando está prevista la sesión de investidura del Ayuntamiento.