La industria cerámica deberá "ponerse las pilas" en la próxima década para cumplir los objetivos de reducción de la huella de carbono de cara a la directiva europea del clima del 2030. El responsable de Calidad y Medio Ambiente de Porcelanosa Grupo, Jorge Fabregat, ha desgranado en el Ecoforum organizado por Mediterráneo posibles estrategias para un uso eficiente de la energía en el proceso de fabricación cerámica. La cogeneración, uno de los sistemas más extendidos, que requiere de una fuerte inversión inicial y con un retorno dependiente de los precios de la energía, deberá ser repensada, "con el uso de combustibles alternativos al gas natural".

A este respecto, Fabregat ha citado que para ello será necesario un cambio de turbinas para emplear opciones como el biometano, biomasa, mezcla de gas natural e hidrógeno, etc. El uso de bombas de calor de alta eficiencia con bajas temperaturas, la electrificación de los procesos de secado y cocción o el uso de energías renovables como la solar fotovoltaica son "pequeñas acciones" que suman a la hora de reducir la huella de carbono, según destacó Fabregat.

Jorge Fabregat (Porcelanosa Grupo): "Las pequeñas acciones suman en la reducción de la huella de carbono"

En Porcelanosa Grupo, entre múltiples iniciativas, han impulsado un Plan de inserción solar de autoconsumo. La primera fase ha consistido en la colocación de paneles aprovechando las marquesinas del párking, con potencia de 1.300 Kw para autoconsumo. En la segunda fase, el objetivo serán las tiendas, los más de mil puntos de venta, para autoconsumo. A largo plazo el objetivo son 7,45 Mw en cubiertas de los centros de producción, sin sacrificar los techados translúcidos que se incorporaron para aprovechar la luz natural, como otro paso para la eficiencia global.