La jornada continua echa el freno en Castellón. Cada año, y ya van tres, son menos los centros que acaban dando el sí quiero al cambio de horario escolar, a pasar de ir de mañana y tarde a solo de 9.00 a 14.00 horas. La tendencia revierte. Y es que, tras un primer curso, el del 2015/16 en el que, con mucha prisa, presentaron proyecto 14 centros, y todos dieron el OK al cambio; se pasó al boom del pasado año, con 67 peticionarios, cifra que se quedó en menos de la mitad -30- apostando por la nueva fórmula, mientras este año apenas 20 presentaron un proyecto con las condiciones pedagógicas para ir a las urnas.

De ellos, después de la votación de las familias, y con los datos provisionales de la Conselleria, solo nueve empezarán el próximo curso en septiembre con nuevo horario (ver gráfico), en Castellón, la Vall, Burriana, Santa Magdalena, Soneja, Altura, Viver y Cabanes, a falta de conocer los resultados del Mestre Eduardo Ródenas de Benicarló, donde se ha levantado acta y hay que revisar el resultado. En total, sumarán 53 centros con nuevo horario, poco menos que uno de cada tres.

Y, enmarcado en esta tendencia a la baja este curso, cabe destacar que, de los siete centros que este año volvían a probar suerte con un proyecto renovado tras el no anterior, en cinco se ha repetido el resultado, como en el caso del Ripollés, Pintor Castell, Carles Salvador y Estepar en la capital de la Plana, y en el Mare de Déu dels Àngels de Sant Mateu.

LA MAYOR PARTICIPACIÓN //

Y, pese a todo, las familias de la provincia de Castellón han sido las que más han participado de toda la Comunitat. De los 6.309 padres convocados en los 20 centros, fueron a votar unos 4.800, con un índice del 76,1%, por delante del 74,7% de Alicante --donde más se reivindica esta jornada partida--, y el 70,25% de Valencia.

Profesores y fanilias se alinean y coinciden al decir que «se piensa, y mucho, primero, si se presenta proyecto, por las condiciones de las extraescolares, que no siempre tienen el apoyo de los ayuntamientos y en las que cada centro se busca la vida para garantizar la calidad, y aunque ahora pueden ser de pago, no se acaba de ver», según Silvia Centelles, presidenta de FAPA Castelló. Y después, «está el hecho de que si votas este año debes esperar otros tres para volver a hacerlo, con lo que algunos quieren ver primero si funciona en los colegios cercanos para decidirse, ver el modelo y aplicarlo, sin prisas», como explican fuentes de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria (ADIP) de Castellón.

Pesa también el «desgaste» de la comunidad educativa, señala Centelles, y el «entorno socioeducativo», con más o menos apoyo para las actividades. «No es lo mismo Castellón --según barrios-- que Santa Magdalena o Viver», incide la presidenta de FAPA.

En la otra cara de la moneda, desde ADIP señalan que «muchos centros muestran ya resultados positivos». Mientras, los padres dicen que «la jornada debe regularse definitivamente, y no cada año, y los proyectos han de abrirse más a la participación de las familias», dice Centelles.