A principios de semana una empresa de alimentación buscaba para incorporar en uno de sus supermercados de Castellón a una dependienta-reponedora. Exigía experiencia demostrable y flexibilidad horaria. Ofrecía un trabajo a jornada parcial. Otra compañía, esta vez en Almassora, precisaba un o una teleoperadora bilingüe para trabajar 20 horas a la semana. En Orpesa, un restaurante, demandaba un pinche de cocina para trabajar de 13.00 a 15.00 horas... Los ejemplos de trabajos a jornada parcial crecen y crecen en Castellón, lo que demuestra que la mejoría laboral tarda en llegar al empleo de calidad. Y además, entre quienes tienen un puesto por horas, la mayoría lo ha aceptado porque no encuentra nada mejor. Es lo que se conocen como subempleo.

Los datos que manejan tanto el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social como Labora (antiguo Servei Valencià d’Ocupació i Formació-Servef) son incontestables y demuestran que la precariedad laboral parece que ha venido para quedarse y, con ella todos, los problemas sociales y personales que la acompañan. Desde el 2008, los contratos a jornada completa han aumentado en la provincia un 4,81%, mientras que los de a tiempo parcial lo han hecho un 86,24%. Y otro apunte más: hace un década las contrataciones por horas apenas superaban el 20,49%. Hoy ya suponen el 35%. Todo un récord.

Pese a que lo ideal, tanto desde el punto de vista laboral como recaudatorio, es que se cree empleo indefinido y a tiempo completo, la realidad en Castellón es bien distinta. De los 237.398 contratos que se firmaron en Castellón durante el año pasado, casi 83.000 fueron a jornada parcial, una modalidad que ha aumentado un 15,5% en apenas un año. En 2017, los también llamados minijobs fueron 71.754. Pero es que, además, los datos del Ministerio muestran que la creciente tasa de parcialidad del mercado laboral provincial no depende de una determinada modalidad de contratación. Al contrario. Las tres figuras contractuales más utilizadas por los empresarios para cubrir sus vacantes (eventual por circunstancias de la producción, obra o servicio e interinidad) tienen una vigorosa tendencia a la parcialidad y en todos los casos el porcentaje se sitúa por encima del 30%.

A los sindicatos todas estas cifras no les sorprenden en nada. Tanto UGT como CCOO consideran que el empleo a tiempo parcial es una de las manifestaciones más claras de la precariedad laboral y culpan de ello a la reforma laboral. «La reforma laboral ha servido para provocar más dualidad y desigualdad del mercado de trabajo, una paulatina sustitución del empleo indefinido por el temporal y mayor presencia del empleo parcial», apuntan desde el sindicato UGT-PV, que reclaman la aplicación de un plan de choque para erradicar la explotación laboral y la utilización abusiva de la contratación temporal y parcial sin causa aparente.

Aunque para un sector de la población la jornada a tiempo parcial es sinónimo de conciliación o permite compatibilizar trabajo y estudios, la mayoría de quienes aceptan un empleo por horas lo hace porque no encuentra nada mejor. De hecho, se calcula que seis de cada 10 empleados a tiempo parcial lo son de forma involuntaria. O dicho de una manera más clara: trabajan por horas porque no pueden encontrar otro empleo de mayor calidad.

Pero, ¿quién trabaja a tiempo parcial en Castellón? La última Encuesta de Población Activa (EPA) revela que de los 232.500 ocupados con los que cuenta la provincia, 38.200 tienen un empleo por horas, es decir, el 16,4% del total. Hace diez años el porcentaje era mucho menor, del 11%, dado que de los 271.000 ocupados 29.900 tenían un contrato por horas.

La jornada parcial va a mas y la mujer acapara el grueso de este tipo de contratos. Así ha sido históricamente y en los últimos años el panorama no ha variado nada. En la provincia, el 78% de los profesionales que trabajan por horas son mujeres (muchas lo hacen de manera voluntaria, para poder conciliar) frente al 22% de hombres. Por sectores, el 88,1% de los empleos a tiempo parcial se dan en servicios, seguidos de industria y agricultura. Además, y siempre según la EPA, 14.500 de los empleados por horas desempeñan trabajos cualificados mientras que otros 12.000 ocupan puestos elementales.