«Quedan muchos retos, pero se han hecho muchísimas cosas». José Claramonte, director general de Facsa, reivindicó en el encuentro digital organizado por Mediterráneo las políticas medioambientales llevadas a cabo en Castelló por empresas y administraciones públicas. «Castelló es una ciudad que ha hecho los deberes en materia medioambiental», dijo.

En el ámbito en el que Facsa es líder y referente, Claramonte destacó que «la ciudad tiene agua de calidad y cantidad para todos los retos» que ha de afrontar, y puso en valor «los hitos enfocados a la sostenibilidad» y la «evolución», como la depuradora, que dispone a día de hoy un tratamiento de instalaciones de regeneración de agua y es un modelo de economía circular. Tiene además una red de distribución para riego de parques y jardines y aprovecha los lodos para fertilizar los campos, y es capaz de autoabastecerse de energía con el biogás que genera.

Con todo, Claramonte señaló que «aún quedan retos que completar en el ciclo integral del agua». Algunos pasan por la implementación de la tecnología, pero en este aspecto, el director general advirtió del peligro de generar una brecha digital. «Los servicios deben evolucionar para mejorar su eficiencia y la relación con la ciudadanía», explicó Claramonte, «y eso lo permitirá la transformación digital» que está en marcha. Puso como ejemplo iniciativas como la implantación de un sistema de telelectura para contadores de agua, con cerca de 20.000 contadores instalados. «La tecnología abre un abanico de posibilidades, pero cuidado con las brechas digitales: deben ir acompañadas del acceso de la ciudadanía a herramientas digitales».

Claramonte también destacó la «gran inversión» realizada que ha permitido «multiplicar la capacidad de evacuación de aguas pluviales», en el marco del reto de la gestión de las lluvias, cada vez de menor duración pero de mayor crudeza, con la problemática que esto genera.

Por último, señaló la capacidad de monitorización de aguas residuales, «un reflejo del comportamiento de la sociedad», que ha permitido implantar el proyecto Covid Water, y que «en el presente es una herramienta para monitorizar esta pandemia y en un futuro para lo que pueda venir».