Hasta hace unos años el patrón era muy similar. Uno cumplía 18 años, acababa COU, aprobaba la Selectividad, se matriculaba en la Universidad y aprovechaba ese verano para sacarse el carnet de conducir. Primero la prueba teórica y, después, la práctica. Y con el permiso en la mano llegaba casi siempre el coche, símbolo de independiencia y libertad. Las calles y las carreteras de Castellón estaban llenas de L, empezaban las salidas nocturnas con los amigos y los que cumplían 20 años y no conducían eran una minoría. Pero llegó la crisis y todo cambió. Cambiaron también las prioridades de los más jóvenes. Quienes nacieron entre finales de los noventa y principios del milenio ya no tienen el mismo interés que en su día tuvieron sus padres por sacarse el carnet de conducir. Sus gustos ya no son los mismos y eso explica por qué las autoescuelas de la provincia han perdido por el camino decenas de alumnos.

Los datos dan la razón a los que piensan que cada vez se ven menos L en las calles. En 2018, un total de 5.858 personas se sacaron en Castellón el carnet de tipo B. Y aunque la cifra he mejorado respecto a la registrada 2017, sigue siendo muy inferior a la de hace diez años, cuando los nuevos conductores fueron 9.324. O lo que es lo mismo: desde el 2008, las autoescuelas han sufrido un fuga de casi el 40% de sus alumnos.

EL MÓVIL ANTES QUE EL COCHE

En las centros de formación vial de Castellón hace tiempo que son conscientes del fenómeno. «Los más jóvenes están retrasando cada vez más la edad de sacarse el permiso de conducir. Para muchos de ellos ya no es una prioridad y, en general, prefieren un teléfono móvil de última generación a un coche», apunta Antonio Pertegaz, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Castellón, una entidad a la que pertenecen la inmensa mayoría de los 85 centros de la provincia.

Que cumplir la mayoría de edad ya no es sinónimo de matricularse en una autoescuela es algo que confirman en todos los centros consultados. Se pregunte donde se pregunte la respuesta es la misma. «Los que se lo sacan a los 18 ya no son la mayoría. Ahora el perfil ha variado y gran parte de nuestros alumnos son más mayores, de entre 22 y 25 años. También lo hay de 18, pero la proporción últimamente ha bajado muchísimo », describen en en un centro de Vinaròs.

LA CAÍDA DE LA NATALIDAD INFLUYE

Los jóvenes de ahora pasan más del coche que los de hace unas décadas, y el descenso de la natalidad también ha influido. «La tasa de natalidad cayó mucho a finales de los años noventa y así sigue. Esto quiere decir que hay menos jóvenes en edad de sacarse el carné de conducir», explican en otro centro de formación vial, esta vez en Vila-real. Y las cifras lo corroboran. En 1999, y según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa bruta de natalidad en Castellón (nacidos por cada 1.000 habitantes) fue de 9,50. En 1975 se situó en 16,91.

La caída de alumnos se nota, lógicamente, en el peso de los jóvenes en la carretera. Hoy quienes conducen y tienen entre 18 y 20 años apenas representan el 2% del censo de Castellón (4.747 en números absolutos), mientras que hace diez años el porcentaje era del 3,2%. «Al final casi todo el mundo sacarse el carnet porque nadie encuentra trabajo debajo de casa. Lo que pasa es que antes se hacía a los 18 y ahora se ha retrasado hasta los 23 o incluso a los 25», argumentan en la autoescuela Gallén de la capital.

EL PRECIO DE CONDUCIR

Pero, ¿cuánto cuesta sacarse el carnet de conducir en Castellón? Aunque el abanico de precios es amplio, los datos que maneja la asociación de consumidores Facua revelan que el importe medio, después de efectuar 20 prácticas y superar el examen teórico en una única tentativa es de unos 920 euros, aunque hay opciones más económica. «La competencia es brutal. En los últimos años han surgido nuevas autoescuelas unipersonales que han reventado las tarifas y prometen sacarse el teórico en 24 o 48 horas. Y la teoría tiene su proceso», coinciden fuentes del sector.

Lo que no ha cambiado con los años es que el mes de julio sigue siendo la época con más trabajo para las autoescuelas. «El 70% de nuestro trabajo se acumula en verano. Así ha sido siempre y ahora ocurre lo mismo», explican. ¿El motivo? Que los estudiantes aprovechan los descansos académicos para sacarse el carnet.