La estabilidad laboral sigue siendo una asignatura pendiente para el mercado de trabajo. Y para los jóvenes todavía más. La recuperación es un hecho y hoy quienes en Castellón tienen menos de 30 años firman más contratos que nunca. Es la cara más amable de la realidad. La amarga es que la considerada como la generación más preparada de la historia continúa atrapada en contratos laborales temporales, trabajos por horas y empleos que ni siquiera llegan a los 600 euros al mes.

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) acaba de hacer público un informe que retrata la realidad laboral de los jóvenes de Castellón. Y entre las conclusiones hay una cal y otra de arena. La parte positiva es que durante el 2016 los menores de 30 años firmaron en la provincia un total de 80.468 contratos, un 13,01% más que el año anterior, cuando ascendieron a 71.204. Lo negativo es que el número de afiliados a la Seguridad Social no crece al mismo ritmo. El año pasado lo hizo solamente en un 4,84%, al pasar de los 29.181 cotizantes (datos al cierre del 2015) a los 30.592 de diciembre del 2016.

Aunque la evolución es positiva (cada años hay más jóvenes afiliados a la Seguridad Social), los datos invitan poco al optimismo. Un ejemplo. Respecto al 2007 todavía hay un 52 % menos de afiliados. «Las caídas en la afiliación se fueron encadenando hasta el año 2014 donde empezó una progresiva aunque lenta recuperación. No obstante al cierre del 2016 aún hay 32.775 jóvenes afiliados menos que diez años antes», concluye el informe del Ministerio de Empleo que añade que las diferencias, respecto a los trabajadores de más edad, no son tan acusadas. «Los menores de 30 años suponen en la provincia el 13,63 % del total de la afiliación. Durante el año 2007 suponían el 23,84%, una representatividad bastante superior a la actual», añade el informe.

UN 90% DE TEMPORALIDAD // Pero, ¿cómo se explica que con más de 80.000 contratos firmados en un año la Seguridad Social solamente haya conseguido en Castellón 1.411 nuevos cotizantes menores de 30 años? La explicación es sencilla: el empleo generado es en su inmensa mayoría temporal y de corte estacional, ligado sobre todo al turismo. O lo que es lo mismo, la mayoría de jóvenes encadenan un contrato temporal tras otro, ya sea cubriendo un mismo puesto de trabajo o rotando de forma constante por diferentes empleos. De hecho, el 90,87% de los contratos hechos a jóvenes en el 2016 fueron temporales frente a sólo un 9,13% de indefinidos. El creciente recurso a la jornada parcial por parte de las empresas es otra característica del actual mercado de trabajo provincial: este tipo de contratación representó el 42% del total de los que se firmaron el pasado año.

La temporalidad sigue siendo una losa, pero los datos estadísticos revelan que el mercado laboral se mueve y lo hace a un gran ritmo. Y el motor en Castellón es el sector servicios. Nada menos que es el responsable del 77,76% de las nuevas contrataciones a menores de 30 años. La hostelería y el comercio son las actividades líderes en tanto que el verano y la campaña de Navidad son las épocas de mayor contratación. Los puestos para los que se realizaron más contratos en el 2016 fueron los de camarero, dependientes en tiendas o monitores de actividades recreativas.

Al sector servicios le sigue en la provincia la agricultura y pesca, con el 11,48% y un incremento del 7,77% respecto al año anterior. Construcción contrata a un reducido 2,06% y es único sector económico que descendió respecto al año anterior, mientras que industria reunió el 8,70% de las contrataciones de menores de 30 años y creció casi un 24%.