No es lo mismo jubilarse en Castellón que hacerlo en Burgos o, por poner el caso más extremo, en Álava. La brecha territorial de las pensiones provoca que los ciudadanos de la provincia que dejan la actividad laboral cobren al año, de media, 5.824 euros menos que los de las tres provincias vascas. Y, según apuntan los sindicatos, el predominio cada vez mayor del sector servicios provocará que esa desigualdad, lejos de mitigarse, vaya a más con el paso de los años.

Los jubilados castellonenses cobran, de media, 979,89 euros, una cifra que se encuentra por debajo de la media nacional, que se sitúa en los 1.131 euros. Esa diferencia de 144 euros se dispara en el caso de las zonas de España que cuentan con una larga tradición industrial, como Barcelona, Navarra o el País Vasco, donde la pensión estándar se sitúa en 1.395 euros. Esto provoca que, sumadas las 14 pagas con las que cuentan los trabajadores retirados, la diferencia se dispare hasta casi los 6.000 euros anuales.

UN GASO CADA VEZ MAYOR // Y ello, pese a que el gasto en pensiones del Estado no deja de crecer en los últimos años en Castellón, no solo porque aumenta el número de jubilados sino porque estos acaban su vida laboral con sueldos más elevados. Los datos de la Seguridad Social demuestran esa tendencia, pues los 428 trabajadores que se retiraron en enero lo hicieron con una paga media de 1.360 euros. Esa incorporación a la nómina de pensionistas de extrabajadores con salarios altos provoca que la paga media haya aumentado en 50 euros en tan solo un año y que el gasto que realiza el Estado en la provincia sea cada vez mayor, pues durante el 2018 se superaron por primera vez los 1.000 millones de euros solo en pensiones de jubilación.

El secretario general de la UGT en Castellón, Francisco Sacacia, señala que la brecha entre territorios se explica fundamentalmente por la desigual implantación industrial que existe en España: «Ya hay diferencia entre Castellón y Valencia, pero esa distancia es mucho mayor con respecto a provincias donde el sector secundario tiene un peso importante, como el País Vasco».

Sacacia teme que, si Castellón y el conjunto de la Comunitat «no dan pasos para acometer un cambio de modelo productivo», esa distancia aumentará debido a la creciente importancia del sector servicios en la economía de los territorios mediterráneos. «Los sueldos en sectores como el turismo suelen ser bajos, y la temporalidad y la falta de estabilidad elevados, por lo que las pensiones se resienten», indica.