El juzgado de lo Mercantil de Castellón ha decidido la disolución de la antigua Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), más de dos años después de que a finales del 2016 se iniciara un proceso concursal que ahora debe concluirse con un plan de liquidación que podría estar completamente cerrado este año.

Una de las consecuencias que tendrá la conclusión del proceso legal será que las dependencias adjudicadas en su día a la extinta patronal, cerradas desde hace años, podrán abrirse de nuevo.

En este sentido, el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) en Castellón, Sebastián Pla, explicó que cuentan con la buena disposición por parte de la administración autonómica para la cesión del uso de al menos una parte de los despachos que la CEC utilizaba en el edificio de la plaza Mª Agustina de la capital destinado a los agentes sociales y que comparten con los sindicatos.

Según Pla, la idea de la CEV, que ahora no tiene una sede física y se reúne en las de sus socios, es crear un espacio en el que las organizaciones empresariales de la provincia que no cuenten con un despacho propio, puedan contar con él, así como que la nueva patronal pueda usar el salón de actos para sus actividades.