El juzgado de lo contencioso administrativo número 1 de Castellón ha acordado ordenar al Ayuntamiento que impida la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en las tascas a partir de las 22.00 horas. De esta forma, admite el escrito que presentó el abogado de la Asociación Castelló Sense Soroll contra las medidas correctoras que aprobó el consistorio en mayo del 2014 para reducir los efectos del ruido en ese enclave urbano.

Los vecinos alegaron que el consistorio no ha ejecutado correctamente la sentencia del TSJCV que, en febrero del 2014, prohibió el consumo de alcohol entre las 22.00 horas de la noche y las 7.00 de la mañana. Esa prohibición no afecta a la semana de Magdalena ya que la ley 1/2003 de la Generalitat contempla una excepción en esas fechas.

A raíz de aquella resolución judicial, el consistorio aprobó en mayo de 2014 un paquete de medidas para combatir el ruido nocturno en las calles Isaac Peral y Barracas. Entre ellas figuraba la instalación de veladores y la realización de controles por parte de la Policía Local. La magistrada Carmen Perelló entiende que el consistorio no ha acreditado la efectividad de esas medidas, ni siquiera que se hayan realizado.

Este nuevo auto judicial, el enésimo dentro de la guerra que mantienen en los tribunales el colectivo vecinal y el consistorio, vuelve a poner en serio riesgo más de 40 años de ocio en el centro de Castellón, algo que no se da en la mayoría de ciudades españolas con este tipo de zonas.

El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, se reunió ayer con el gabinete jurídico municipal para analizar la resolución judicial. No aclaró si interpondrán recurso de apelación ante el TSJCV pero será lo más probable para no tener que cerrar ya las tascas a las 22.00 horas y para intentar dar la vuelta a la delicada situación judicial. “Trabajaremos, una vez más, para hacer compatible el cumplimiento de la ley con la pervivencia y actividad que se genera en el entorno tradicional de las tascas de Castellón, así como con el descanso de los vecinos”, afirmó Romero.

Castelló Sense Soroll inició la batalla judicial en el año 2011. Tras perder en primera instancia, el TSJCV estimó su recurso en febrero del 2014 y obligó al consistorio a decretar el cierre de las tascas a las 22.00 horas. El pleno municipal aprobó tres meses después el expediente de declaración del ámbito como zona acústicamente saturada (ZAS). H