Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado hoy por unanimidad la moción por la que el Consistorio no autorizará ni cederá espacios públicos para la práctica del "bou embolat" ni del "bou en corda" a partir del 1 de julio.

Asimismo, no se concederán subvenciones municipales para la realización de festejos taurinos, ni para la actividad de las escuelas de tauromaquia.

La concejala de Bienestar Animal, Glòria Tello, ha manifestado en un comunicado su satisfacción por el respaldo unánime de la Junta de Gobierno Local a esta iniciativa, que pretende "no favorecer ni permitir actividades que supongan maltratar a los animales".

Tello ha señalado que un informe elaborado por varias entidades veterinarias y profesionales avala el sufrimiento que para los toros supone esta práctica, "que constituye un maltrato muy severo", y ha destacado la coherencia de esta medida con la existencia por primera vez de una Concejalía de Bienestar Animal en el Ayuntamiento.

Ha recordado que, según el Reglamento de Festejos de la Comunitat Valenciana, para celebrar fiestas en las que se requiera la participación de reses bravas es necesaria una declaración favorable del ayuntamiento en el que se vaya a realizar el festejo, algo que el de Valencia no concederá desde el 1 de julio.

La concejala ha asegurado que esto no afectará a las tradiciones de "bous al carrer", que seguirán autorizadas durante la legislatura en curso.

Para Tello, en el respeto a los derechos de los animales es necesario "avanzar gradualmente con mucha pedagogía", profundizando en la información a la ciudadanía y en la sensibilización "sobre los derechos de los animales en general, y en particular" de aquellos que comparten la ciudad con las personas.

Además, ha indicado que las directrices del Comité de Derechos de la Infancia de Naciones Unidas recomiendan que se aparte de niños la violencia física y mental como la que suponen estas prácticas, y que los especialistas afirman que los toros sufren miedo y fuerte estrés, que les produce serias alteraciones funcionales.

Tanto la concejala de Bienestar Animal como el delegado de Participación Ciudadana, Jordi Peris, han subrayado que no se plantea abrir un debate con los vecinos sobre la posibilidad de permitir o no estas actividades, "ya que los derechos no deben estar sometidos a valoración".

Se trata "de una cuestión de derechos", ha afirmado Peris, quien ha añadido que "nunca la crueldad se ha de someter a consulta, y especialmente en este caso, que se trata de un acuerdo de mínimos".

Tello ha subrayado la "responsabilidad que tienen los políticos, en tanto que cargos públicos, de gestionar y tomar decisiones", y ha explicado que su concejalía ha iniciado el proceso de redacción de una ordenanza de protección animal, que quieren que "salga adelante con el máximo diálogo y consenso". EFE

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