La junta de tratamiento de la prisión de Aranjuez decidirá previsiblemente en su reunión del día 28 de abril el centro de régimen abierto en el que el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra vivirá el tercer grado concedido esta semana en un polémico auto por la jueza de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Madrid, María del Prado Torrecilla, indicaron a Mediterráneo fuentes bien informadas.

Por su parte, desde la Fiscalía del Estado confirmaron que Anticorrupción, que se posicionó en contra de la decisión de la letrada, continúa estudiando si presentar recurso contra el auto. En todo caso, sería la jueza quien, de haber recurso, deberá decidir si hay suspensión cautelar o no de la concesión del tercer grado.

En cuanto a la reunión de la junta, establecerá también los detalles del régimen de vida de ese tercer grado para Fabra, quien no se quedará en la mencionada penitenciaría, ya que no dispone de módulos de régimen abierto, de modo que, como avanzó este diario, lo más probable es que el expolítico castellonense continúe en Madrid, donde podría recalar en Alcalá Meco, Soto del Real, Navalcarnero o en la Victoria Kent. En cuanto a las preferencias de Fabra, sus abogados han solicitado ya que el expresidente de la Diputación ingrese en un centro de régimen abierto que disponga de sistema telemático de vigilancia de presos. El objetivo estaría en evitar que en el momento en el que se solicite la concesión de ese procedimiento de control mediante una pulsera, no pueda denegarse porque el centro en el que se encuentre no disponga de los equipos necesarios.

Lo que se busca es que Fabra pueda pasar cuanto antes lo que le resta de condena en su domicilio. Amparándose en la última reforma del Código Penal, que fija determinados supuestos en los que puede solicitarse la libertad condicional antes de cumplir la mitad de la pena --más de 70 años, buen comportamiento...--, y una vez concedido el tercer grado, los letrados ya están “peleando” por conseguir esa libertad. H