Salvador Doménech es uno de los más de 20.000 sanitarios que se han contagiado haciendo su trabajo, lo que lo obligó a aislarse en su casa hasta que en test le ha dado luz verde para volver a las Urgencias de la Plana, donde ejerce como médico.

El paso de la enfermedad por su cuerpo no tiene relevancia para él. Lo verdaderamente importante es reconocer todo lo que esta pandemia está aportando. En su caso, está agradecido «con la gerencia del hospital, que ha realizado una reorganización de arriba a abajo, estableciendo las prioridades adecuadas».

Asegura que en este centro sanitario «no nos ha faltado la protección». No niega que en estos casos siempre es poco, «pero en primera línea estamos bien provistos». En gran medida «por la implicación de muchas empresas», que donan productos básicos, «una de las cosas buenas que vamos a sacar de todo esto».

Salvador Doménech dice que «en Urgencias ves cosas que te cambian la vida todos los días», pero esta pandemia marcará un antes y un después inevitable, en especial para reconocer la labor de gente «como enfermeras, auxiliares o celadores que son los que más se exponen porque su contacto es permanente». Su mensaje no tiene matices: «Juntos vamos a superarlo, pero no relajemos las medidas de prevención, es fundamental».