El atasco de la justicia castellonense no es un mal coyuntural, sino casi endémico. Los datos así lo demuestran año tras año y, nuevamente, el colapso se refleja en la última estadística del Consejo General del Poder Judicial, referente al tercer trimestre del presente 2018. Castellón es la provincia con mayor tasa de congestión de la Comunitat Valenciana --3,35, frente a los 3,23 de Alicante y los 2,81 que registra Valencia--. Una cifra que además se sitúa entre las más altas de España. Concretamente, en el decimonoveno lugar, entrando en un top 20 poco honroso que ahora lideran Toledo (4,21), Cuenca (4,04) y Lugo (3,96).

La tasa de resolución, esto es, la velocidad a la que se abordan los pleitos, también es peor que en Alicante, pero igual a Valencia y, aunque el ritmo de trabajo de los órganos castellonenses está en la media nacional, el lastre que suponen los casos pendientes y la escasez de medios no permiten revertir el colapso. Las peores tasas de congestión las sufren los juzgados de Social y Civil.

Los órganos judiciales de la Comunitat Valenciana resolvieron durante el tercer trimestre del año un total de 134.760 asuntos, un 9,7% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, por provincias se evidencia un crecimiento muy desigual. Y es que, mientras en Valencia subió un 16% y en Alicante un 4,5%, en Castellón se quedó en el 0,9%.

En la provincia los asuntos ingresados durante el pasado trimestre ascendieron a 14.623, lo que implica un aumento del 4,2% respecto al año anterior. Pese al incremento de los pleitos, la tasa de litigiosidad está en Castellón por debajo de la media española --27,90 frente a 31--.

El «abandono» que siente el sector judicial ha unido a Fiscalía, magistratura, abogacía, Unión de Consumidores (UCE), procuradores y sindicatos, que claman contra la falta de medios humanos y materiales. Siete, en concreto, fueron los juzgados que reivindicaron los jueces decanos de Castellón, Nules, Vila-real y Vinaròs en su última memoria anual. De ellos, solo dos fueron atendidos por el ya exministro Catalá.

En el juzgado de cláusulas suelo de la capital --Primera Instancia número 6-- las quejas son habituales por el aluvión de pleitos contra la banca. Procuradores y abogados han expresado en numerosas ocasiones su disconformidad con que un solo juzgado asuma todos los casos de la provincia, con un personal que resulta insuficiente, dicen.