La esperada sentencia del Tribunal de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) conocida anoche respalda al parany en su lucha por probar el cesto malla como alternativa al uso tradicional, declarado ilegal, y abre la puerta a la vuelta de la actividad.

En agosto del 2018, como ya informó Mediterráneo, la Asociación de Paranyers Apaval presentó un recurso contencioso administrativo contra la decisión de la Conselleria de Medio Ambiente de no autorizar las pruebas para evaluar la validez del cesto malla en la captura de aves.

El requerimiento se puso en marcha ante la falta de transparencia, según Apaval, de la administración autonómica para aportar la documentación que justifique tal decisión. Ahora, casi dos años más tarde, el TSJCV ha fallado a favor de los paranyers en su afán por reconvertir esta práctica tradicional de la caza.

El cesto malla es un nuevo sistema de captura en vivo de especies cinegéticas, sin dar muerte al animal. Así, a través de este método, Apaval confiaba en poder acreditar su selectividad para conseguir la legalización del parany y solicitaron a Medio Ambiente la autorización para realizar un estudio científico a pie de campo que finalmente la Conselleria les denegó, según se lee en la sentencia, «fundándose en que, según se señalaba en el informe desfavorable emitido en el 2017, el dispositivo en cuestión no cumplía las condiciones para poder ser autorizado para el uso al que se pretendía destinar».

PATRIMONIO ETNOLÓGICO / Sin embargo, al no estar suficientemente fundamentada la decisión de la Conselleria, el TSJ le ha dado la razón a los paranyers, permitiendo así que puedan seguir estudiando sistemas para la recuperación de la caza de tordos sin armas que, como aseguran desde la Asociación de Paranyers, contribuye por un lado «a la conservación parcial de un patrimonio etnológico de forma activa, y por el otro al mantenimiento».

Tras el fallo del TSJ, que además condena a costas a la administración autonómica, se abre por tanto una nueva vía para la recuperación de esta modalidad ancestral de caza en la provincia de Castellón.

Desde Apaval aseguran que «la justicia claramente ha evidenciado la arbitrariedad de determinados departamentos del Consell», para añadir que «la sentencia ha sido posible gracias a la unión de colectivos interesados en la defensa de modalidades minoritarias de caza».