Castellón, 12 de enero del 2016. La Sección Primera de la Audiencia Provincial empieza a juzgar a cuatro ciudadanos rumanos acusados de matar al empresario de la Vall d’Uixó, Vicente Almela. Tras varios días de juicio, tres semanas después llega la sentencia: 78 años de cárcel para los autores del crimen. Hasta aquí todo según lo previsto. Porque lo llamativo es que el juicio arrancó casi tres años después de cometerse el homicidio. Y lo peor es no es una excepción. Es la norma.

Si existe una imagen asociada a la justicia es su lentitud. Y la justicia es lenta porque está saturada. Los 48 juzgados de la provincia son, además, los que tienen más asuntos pendientes de resolver: 40.459 al cierre del 2015. Y subiendo. En diciembre del 2014 los asuntos sin resolver eran algunos menos, 38.618.

Aliviar la sobrecarga de trabajo de los juzgados de Castellón con los medios materiales y humanos actuales costaría tiempo. La tasa de pendencia en la provincia, el resultado de dividir los asuntos en trámite en los juzgados al final del año entre los que han sido resueltos, es la más alta de España, 0,43, como ya publicó esta misma semana Mediterráneo. Si esa tasa, según el Consejo General del Poder Judicial, se multiplica por 12 indica el número de meses que necesitaría un juzgado con el mismo ritmo resolutivo y sin ningún ingreso para ponerse al día. Conclusión: los juzgados de Castellón necesitarían casi 6 meses para dejar el contador a cero.

¿QUIÉN TARDARÍA MÁS? // No todas las jurisdicciones tardarían lo mismo en ponerse al día. Civil debería invertir 9 meses, mientras que la Contencioso-Administrativa necesitaría 17. En la jurisdicción Penal serían 3 meses y 14 días y en lo Social casi un año.

Hasta ahí la teoría, pero la realidad es muy distinta. Para empezar desde cero los juzgados de Castellón deberían estar medio año sin recibir ningún ingreso nuevo y eso es totalmente imposible. Un ejemplo basta para entenderlo. Solo durante el año pasado, los asuntos de nuevo ingreso ascendieron a 96.776, a una media de 265 cada día.

Las cifras que acaba de publicar el CGPJ no sorprenden ni a jueces, ni a abogados ni a procuradores. Todos llevan años denunciando la falta de medios y haciendo hincapié en situaciones que empiezan a ser más que habituales: demoras en juicios de hasta 12 años y señalamientos con año y medio de retraso. El propio fiscal jefe de Castellón, José Luis Cuesta, reconocía hace tan solo unos meses que los juzgados de lo Penal señalan juicios para abril del 2017 y reclamaba una vez más soluciones de urgencia. Porque la medicina para poner fin a la lentitud de la Justicia también es de sobra conocida. Más refuerzos materiales y humanos. H