El quiosco El Pilar de Vinaròs es uno de los puntos de la provincia de Castellón que se encarga de ofrecer a sus clientes durante el estado de alarma por la epidemia de coronavirus un bien de primera necesidad como es el de la prensa escrita, en especial la de proximidad como es el caso de Mediterráneo. Núria Casadó, su propietaria, ha decidido seguir prestando un servicio esencial marcado en el real decreto 463/2020, pero también entiende a los que han optado por la decisión contraria y bajar la persiana en estos días de crisis sanitaria. «El plano personal es delicado y cada uno lo lleva lo mejor posible. Hay compañeros que han tomado la decisión de cerrar sus puntos de venta y otros que, de momento, permanecen abiertos. Las dos opciones son igual de plausibles», señala Núria, que ve con inquietud el futuro: «Ahora pensamos más en el día a día que en el futuro, con el deseo de que todo esto pase lo mas rápido posible. Pero todos somos conscientes de que dejará huella».

DEMANDA DE PERÍÓDICOS

Como muchos colegas del ramo, Núria ha observado un crecimiento en el consumo de prensa escrita en puntos de venta como el suyo entre particulares —«el deseo de información ha hecho que aumente la demanda de periódicos», recalca—, en contraste con el volumen de negocio en lo que respecta a la distribución a profesionales, «bares, peluquerías, dentistas...», que «lógicamente ha descendido».

El quiosco El Pilar ha decidido enfrentarse al covid-19 sin alterar su actividad pero con unas medidas de precaución lo suficientemente fuertes como para asegurar la salud tanto de las personas que lo gestionan —además de Núria, Carmen, su única empleada, es la otra persona que suele estar detrás del mostrador— como de los clientes que acuden al establecimiento para romper por unos pocos minutos el confinamiento en busca de las últimas informaciones relacionadas con la crisis sanitaria.

«Evidentemente es una situación en la que carecemos de experiencias anteriores y las medidas suelen ser todas las recomendaciones que se reciben desde los propios periódicos, la televisión, la radio, Ayuntamiento, la Asociación de Vendedores de Prensa de Castellón (Aquiprensa) o Mutuas y empresas de prevención de riesgos laborales», enumera Núria, que desde que se decretó el estado de alarma ha colocado «mamparas» en los mostradores, utiliza «guantes y mascarillas» y ha limitado «el aforo del local», además de aumentar «la limpieza y desinfección, en particular de todos los puntos más susceptibles de ser tocados por los clientes: picaportes, puertas de neveras, mostrador, botoneras de máquinas o el terminal de pago con tarjetas».