Todavía con la tristeza de tener que anunciar la suspensión del concierto del ciclo ‘Cantante Mariae’ porque el director de la Banda Municipal avisó minutos antes de la audición que estaba de baja, aunque aliviado por las palabras de ánimo y esperanza de los miembros de su junta directiva y de centenares de castellonenses, Ramón Vilarroig, presidente de la Junta de Gobierno de la Real Cofradía de la Mare de Déu del Lledó, afronta con verdadera “ilusión” y “responsabilidad” unas fiestas que se adueñan de la capital de la Plana, como testimonio de fe y fervor.

Una virgen, reina y señora de La Plana, que está en “el corazón de los castellonenses”. “Es algo increíble”, destaca Vilarroig a la hora de valorar lo que supone el fenómeno social y religioso en torno a Lledó. “Es gratificante ver como a cualquier solicitud de ayuda desinteresada para hacer más brillantes las fiestas, la respuesta es inmediata”, indica Vilarroig.

En este sentido, cita al barítono Pedro Quiralte, quien colaboró en la actuación musical del pasado certamen literario del miércoles.

Un Ramón Vilarroig que habla de una de las novedades del programa de fiestas, “la primera procesión infantil con la imagen de la Virgen el día 27 de mayo”. Y es que “es muy importante que la devoción a la Mare de Déu del Lledó se inicie desde el ámbito familiar”.

Para Vilarroig es “todo un estímulo” para la grey infantil que “ellos mismos saquen en procesión a la Virgen”. “Que lo vivan en primera persona”, señala el titular de la congregación mariana. En este sentido, el presidente de la cofradía se congratula de la excelente respuesta de los niños castellonenses a otros actos organizados por la hermandad, como una gynkana y el concurso ‘ven a pintar a Lledó’.

Asimismo, Vilarroig, y como vivencia personal, manifiesta que la Virgen, “no solamente es patrimonio de los creyentes, de los que creemos en Nuestra Señora o en el Señor, según criterios del Evangelio, sino también de todos los castellonenses que no tienen estas creencias, pero sí guardan en su rincón más íntimo un sitio para la patrona de la ciudad, algo muy nuestro, muy de Castellón” . “Es la referencia de los castellonenses”, manifiesta.

Por supuesto, Ramón Vilarroig cita a sus compañeros de la Junta de Gobierno, “que están trabajando plenamente para conseguir unas extraordinarias fiestas”, en una colaboración conjunta que tiene como objetivo ensalzar a la Mare de Déu en su advocación más castellonera, en su acepción más castiza, labradora y marinera.

Días de júbilo y gloria para la lledonera en torno al primer domingo de mayo y, sobre todo, evocando la fecha del 4 de mayo, cuando en 1924 tuvo lugar la coronación pontificia y canónica de la Mare de Déu del Lledó en una de las gestas históricas de la ciudad de Castellón, consagrar el patronazgo de la ciudad a la Virgen María.

Vilarroig invita a los castellonenses a disfrutar de los festejos: “Que todo el pueblo de Castellón venga a Lledó”. “Que todos se encuentren con la Virgen, que recen, que se acerquen a ella y que la toquen”, destaca el presidente de la Real Cofradía apelando a la participación y a compartir unas horas de fe y exaltación de los valores marianos.