Luis García notó el pasado viernes 25 de octubre cómo le picaba un pequeño insecto de color negro en la rodilla, mientras paseaba con su mujer por la Vall d’Uixó, pero no le dio importancia. Varias semanas antes había llegado a tener 37 picaduras de mosquito. Las sufrió en el camino Cabres de Moncofa. El problema vino varias horas después cuando empezó a encontrarse mal y a tener una gran erupción en la pierna que le subió hasta la frente. Fue entonces cuando acudió a Urgencias con gran desasosiego, le ingresaron en el Hospital la Plana, donde todavía permanece a día de hoy. Su estado de salud ha mejorado, «porque me han acertado la medicación».

«Cuando empecé a sentirme los síntomas, me hicieron varias pruebas, hasta una biopsia de forma inmediata porque los médicos no sabían lo que era y, cada vez estaba peor, las rojeces se convirtieron en grandes ampollas, que son como quemaduras de primer grado», señala este vecino de la Puebla de Arenoso, que reside en alguna ocasión en la Vall d’Uixó, municipio donde vive la madre de su mujer.

«Para intentar averiguar lo que era, los médicos me preguntaron y les conté lo de la picadura y lo de las 37 que había padecido antes y me han dicho que fue la mosca negra y que las otras han estado latentes, por lo que he sufrido, debido a todo, una intoxicación generalizada», señala este hombre de 50 años, quien remarca «la angustia» que ha pasado toda la familia» en los últimos días.

«Ahora, con lo que me ha sucedido a mí, espero que las autoridades dejen de poner trabas a las fumigaciones contra estos insectos. Yo tengo 50 años, pero esto le llega a pasar a una persona mayor o un bebé y no podemos imaginar qué hubiera ocurrido», señala desde la habitación del Hospital la Plana.

La familia de Luis ha divulgado lo ocurrido, con las respectivas fotografías de la intoxicación, en las redes sociales, «porque queremos denunciar lo que me ha pasado, para que no le vuelva a ocurrir a nadie más».