La noche se ha vuelto gris. Hace cuatro años que el sector del ocio nocturno de Castellón vive horas bajas, pero los empresarios aseguran que como este año, ninguno. Cuesta encontrar optimistas. La crisis, el paro juvenil, la ley antitabaco y el incremento del IVA han formado un cóctel explosivo que está provocando que los márgenes del millar de pubs y discotecas de Castellón sean más ajustados que nunca. Tanto que la patronal del sector estima que la viabilidad de más de la mitad de las empresas está en peligro.

Cuando se llama a la puerta del sector, el pesimismo es extremo. José Luis Selma, portavoz de la Asociación Provincial de Ocio Nocturno y gerente de la discoteca Pirámide de Cabanes, asegura que en los últimos cinco años la facturación del sector en Castellón ha menguado más de un 50%. “La media es de entre un 10 y un 15% menos cada año. Si antes entraban 1.000 clientes en una discoteca ahora entran 300 y eso ha obligado a muchos locales a abrir solo en fechas muy puntuales y concretas”, explica.

SOLO SÁBADOS POR LA NOCHE // Diego Cuevas lleva años trabajando en la noche de Castellón. Conoce como nadie el sector y asegura que solo hay gente los sábados (hasta hace unos años todos los locales abrían también jueves y viernes) para llenar dos de las diez discotecas de la capital. “Hace unos años, un sábado por la noche salían en Castellón más de 6.000 personas. Hoy la cifra no supera las 3.000, y eso siendo muy generoso”, lamenta el gerente de locales tan conocidos como La Fête, DCN y OMG, que asegura que los empresarios hacen todo lo que pueden por intentar sobrevivir cada día.

La única alternativa antes de echar la persiana pasa por estrujarse el cerebro para ofrecer alicientes a esos jóvenes ávidos de nuevas propuestas, aunque con poca alegría en los bolsillos. Y la clave está en la cultura low cost. Promociones como el 2x1, conciertos gratis, entrada libre hasta las 03.00... son solo algunos de los ejemplos, aunque hay muchísimos más. “Las estrategias y el márketing están muy bien y han logrado frenar algo la caída de público, pero el sector del ocio nocturno no volverá a ser lo que fue hasta que no se reactive la economía”, argumenta Juan José Carbonell, empresario de Vinaròs y secretario general de la Federación de Ocio y Turismo de la Comunitat Valenciana (Fotur).

Otra estrategia, a la que muchos empresarios todavía se resisten, es a bajar los precios de las copas. Una copa cuesta en un pub o una discoteca de la provincia entre 5 y 7 euros, nada que ver con los 10 euros de media que valen en Valencia. “Muchos locales han apostado en los últimos años por bajar precios. Lo que está claro es que nadie los ha aumentado y eso que en septiembre el IVA subió en 13 puntos, un porcentaje que ha sido asumido por los empresarios”, sentencia Selma. H