Encontrar un andamio o una grúa en activo en Castellón todavía es poco frecuente. Pero la novedad es que en este 2016 la imagen ya resulta algo más habitual que hace un año. El ladrillo empieza a dejar atrás el estado de shock en el que ha vivido en el último lustro y, poco a poco, va saliendo del coma. Las reformas y la construcción de viviendas remontan en la provincia aunque, lo hace de una manera muy tímida y con datos que todavía se sitúan a años luz de los registrados antes de que estallara la burbuja.

Las estadísticas que acaba de hacer públicas el Ministerio de Fomento constatan que, de enero a agosto de este año, los arquitectos técnicos han visado 399 proyectos de dirección de obra. La cifra sigue siendo pequeña, pero la parte positiva es que supone un 71% más que la registrada en el mismo periodo del 2015, cuando fueron 233. Es más, esas casi 400 obras en los primeros ocho meses del año suponen prácticamente el mismo número que en todo el 2015, otro annus horribilis, con tan solo 408 visados.

Pese a que la estadística oficial constata que el sector de la construcción empieza a ver la luz, los expertos no son tan optimistas. «La recuperación, de momento, no la vemos y no la vemos porque las operaciones de financiación bancarias siguen desterradas», argumenta Alfredo Sanz, presidente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Castellón.

Donde más se nota el repunte es en la construcción de viviendas unifamiliares. Y un ejemplo es la zona del Pau Lledó de la capital, donde tras años de parálisis casi total empiezan a verse algunas grúas. En la provincia, durante los ocho primeros meses del año se visaron 102 proyectos, 20 más que en idéntico periodo del 2015. Y con las obras de reforma y ampliación ocurre exactamente lo mismo. Un ejemplo. Los proyectos alcanzan este año los 164, frente a los 127 del 2015.

Lo que sigue moviéndose muy poco es la construcción de viviendas en bloque y esa es, precisamente, la que más tira del empleo, tanto de forma directa como indirecta. «La edificación de bloques de pisos sigue siendo muy baja, nada comparable con lo que sucede en otras provincias del país como Alicante, Málaga o las Baleares, donde sí hay un repunte», sentencia Sanz.

La construcción remonta tímidamente y, las ventas, también. Durante el primer semestre del año se vendieron en la provincia 3.254 viviendas (la mayoría, de segunda mano), un 3,6% más que de enero a junio del año pasado, cuando las operaciones de compraventa fueron 3.140. H