Empresarios y sindicatos apuraron toda la jornada de ayer con el fin de intentar evitar la huelga que han convocado desde UGT y CCOO para reclamar un incremento salarial para los trabajadores del manipulado de los cítricos en los almacenes, unas 11.000 en la provincia de Castellón, en su mayoría mujeres. Ambas partes se encerraron a las 16.00 horas a negociar y al cierre de esta edición continuaban buscando puntos de consenso que evitaran los paros entre el 15 y 21 de diciembre, y todos consideran de consecuencias nefastas para la campaña naranjera, especialmente para Castellón, que está en plena fase de recolección de la clemenules.

Aunque nadie se atrevió anoche a hacer un pronóstico, todo apunta a que el acuerdo parecía más que posible. De lo contrario, hoy volverán a citarse en el Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL), el último cartucho antes de la huelga.

El colectivo de agricultores de Castellón Fepac-Asaja, insistió ayer que la huelga sería «muy inoportuna» y «castigará» especialmente a la clementina de Castellón, porque la recolección va «mucho más retrasada» que en Valencia y «quedan más de 250.000 toneladas por recoger» de fruta, justo cuando la humedad de las últimas lluvias más está afectando a los agrios.