Tristeza, pero comprensión y respeto a la decisión adoptada para evitar más contagios. Son las sensaciones que provocó ayer la cancelación de la Magdalena, una suspensión que se veía venir desde el almacén de gaiatas, donde los distintos sectores ultimaban sus monumentos. El presidente de la Gestora de Gaiates, Esteban Gual, aseguró que los monumentos «se acabarán igualmente porque no sabemos si, de un modo u otro, saldrán a la calle para que la gente los disfrute».

«En Castellón hay tres casos de covid-19, pero a la Magdalena viene mucha gente de fuera y hay que tomar precauciones. Es una decisión difícil de aceptar por el trabajo hecho durante 12 meses, pero hay que entenderlo. Hoy nos reuniremos con la alcaldesa para valorarlo», afirmó.