Orgullo de Castellón. Fue la proclama más repetida ayer en la celebración, por quinto año consecutivo, del Día de la Provincia. Una jornada, impulsada por la Diputación, que sirve para laurear a personas y entidades que destacan, recayendo la Alta Distinción del 2019 en la Cámara de Comercio, a través de una gala, con el solemne salón de recepciones del palacio de les Aules como escenario. Pero también es una cita para ensalzar los valores de 135 identidades, repartidas en 135 municipios, que convergen en un territorio único.

La gala fue más especial si cabe para el presidente de la Diputación, Javier Moliner. Sus emotivas palabras anticiparon su próximo relevo al frente de la institución provincial, a poco más de dos meses de las elecciones municipales, que definirán el nuevo organigrama de la institución.

El dirigente realizó un balance de su trabajo al frente del gobierno, cargado de sentimiento y hablando en pasado, en el que hubieron alusiones a sus orígenes familiares, «net de botiguers del Maestrat», o referencias a Adolfo Suárez --en el quinto aniversario de su muerte-- para elogiar a uno de los premiados, Sebastián Albella, y resumió en cinco «grandes historias» las distinciones otorgadas. «Ha sido un honor servir a esta tierra que admiro y respeto», dijo el presidente, quien se irá enarbolando una bandera: «La importancia de ser buena persona en la vida».

El presidente puso en valor la pertenencia a un lugar y aseguró: «He trabajado para que ser de aquí sea el sentimiento que nos conecte a todos los castellonenses, el que haga de lo diverso nuestra fortaleza». Al respecto, el dirigente, que finaliza mandato el próximo junio, levantó los aplausos de los más de 200 invitados que acudieron al evento cuando reivindicó: «Somos y seremos el Castellón de la diversidad, la libertad, el respeto y la convivencia».

Moliner hizo referencia al trabajo de su equipo, «por hacer una institución útil al servicio de los ciudadanos y defender, sin complejos, nuestra identidad como pueblo. Desde el consenso y con los pies en la tierra, pero siempre soñando en grande para construir una provincia mejor», dijo.

Agradecimiento

Respecto a los premios, la presidenta de la Cámara de Comercio, Lola Guillamón, recogió la figura de l’Arquer de la Valltorta, que representa el máximo tributo que otorga la Diputación, mostrándose «muy agradecida» por el tributo, en representación de quienes la precedieron y del equipo humano que conforma esta organización.

«Nada puede ser más grato que los tuyos reconozcan tus desvelos y que los que más cerca tienes te arropen. Hoy es el día más hermoso para esta entidad de servicios, que nos servirá para seguir creciendo y cumplir con nuevos hitos históricos, siempre con la mirada puesta en favorecer contextos económicos y empresariales que nos permitan mayores cotas de empleo y bienestar para todos. Es el reto que nos tendrá ocupados durante el presente siglo», señaló ayer Guillamón.

Asimismo, también dejó un recado por los «desagravios» que ha tenido y mantiene el territorio: «Hemos llegado tarde en infraestructuras. Entre todos, debemos coser telas y entretelar la provincia, con cercanía y proximidad».

Moliner tuvo después, en su discurso, palabras de cariño para la responsable de la Cámara, a quien describió como «una mujer ejemplo de constancia, lucha y coraje. Una empresaria que se ha tenido que abrir las puertas en un mundo de hombres, pero que nunca le ha temblado el pulso. Una mujer que puede estar orgullosa de representar a la trabajadora castellonense y de hacer camino, silencioso pero efectivo, por la igualdad real de género».

La Cámara de Comercio engloba a más de 43.000 empresas de la provincia, de todos los tamaños y sectores. En sus 118 años de recorrido ha impulsado el fomento, la creación y consolidación de compañías, contribuyendo al desarrollo provincial.

Medallas

Quienes también vivieron con intensidad el acto fueron los reconocidos con las medallas de plata: Salvador Vicent, el mago Yunke (Mérito a las Artes), Pablo Herrera (Mérito Deportivo), Sebastián Albella (Mérito Innovador) y las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación del Hospital Provincial (Mérito Solidario). El presidente tuvo menciones de elogio para todos ellos. Previamente, el vicepresidente de la Diputación, Vicent Sales, posible aspirante popular a relevar a Moliner, quien ejerció de maestro de ceremonias, fue el encargado de detallar las razones para otorgar los cinco premios.

Homenaje

Volviendo al orgullo, leitmotiv de la gala de distinciones, no faltaron menciones a valores identitarios y personas ilustres. «Somos el Castellón de los cuadros costumbristas de Puig Roda y de los murales realistas de Traver Calzada, de la música clásica de Matilde Salvador, la obra vanguardista de Carles Santos, los poemas de Max Aub o la mitología de Josep Pasqual Tirado. Somos bandas de música, dolçaina y tabal, bous al carrer, ball pla o jota aragonesa. Somos el Castellón donde aflora el Mijares en la tierra alta y desemboca el Millars en el mar», enumeró Moliner.

Y no faltaron alusiones a enclaves, de norte a sur. «Somos el Castellón que disfruta de un paseo por la arena de Voramar, que ve nacer el día en Peñíscola y por la noche ve estrellas en el Penyagolosa. Una tierra extraordinaria», concluyó el presidente.