En su negocio, Agustín Folch nunca había atravesado una situación similar como la que le ha tocado vivir en estos meses de estado de alarma por la pandemia provocada por el coronavirus. A sus 61 años regenta el único quiosco de prensa de Alcalà de Xivert, Prensa y Juguetes Agustín, un negocio «de más de 70 años de vida» y con el que empezó a familiarizarse desde pequeño, cuando su abuela era la encargada de llevar la información escrita a los vecinos de la localidad del Baix Maestrat.

Agustín empieza a ver la luz en esta fase 2 de la desescalada, aunque reconoce que «la actividad todavía se encentra en niveles muy bajos; nos costará volver a arrancar». En su caso, la persiana de su establecimiento ha permanecido abierta todos los días --«incluidos domingos y festivos», apunta-- desde que a mitad de marzo se aprobara el real decreto y empezara el confinamiento de la población, que se ha ido suavizando progresivamente.

Servicio esencial

Desde su quiosco, la información de periódicos como Mediterráneo ha estado garantizada en todo momento, ejerciendo Agustín ese papel de «servicio esencial» marcado por el Gobierno a los distibuidores y suministradores de prensa escrita.

«La verdad es que la venta de periódicos ha mantenido un flujo bastante regular. Gente que estaba acostumbrada a buscar las noticias de la provincia cuando acudía al bar, por ejemplo, ahora se ha acercado al quiosco para mantenerse informada de lo que sucedía cerca», explica Agustín, que como único distribuidor de prensa a los comercios de Alcalà de Xivert ha sufrido el parón obligado de la actividad comercial.

Seguridad de los periódicos

Incluso ahora, cuando empieza a retomarse el pulso en la hostelería, Agustín nota cierta confusión. «Muchos bares ya empiezan de nuevo a recibir los periódicos, como antes; pero otros no tienen muy claro si pueden o no poner a disposición de sus clientes la prensa del día», comenta. Como ha señalado y ha recalcado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las últimas semanas, Agustín tiene claro que «la manipulación y el consumo de prensa escrita en lugares públicos no entraña riesgos de contagio», pero «el Gobierno debería aclarar este tema para que no haya confusiones».

Poco a poco, las aguas volverán a su cauce y Agustín Folch mirará hacia atrás con la inmensa satisfacción de haber sido, desde el mostrador de su establecimiento, una vía de escape y una puerta a la información para sus vecinos de Alcalà de Xivert.