Casi en tiempo de descuento, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló inicia la tramitación para elaborar una ordenanza municipal reguladora de la limpieza, salubridad y ornato de terrenos, solares, edificaciones, acequias, regueros, canales y escorrentías. Una normativa que es uno de los más de 400 compromisos del Pacte del Grau, que abre el proceso de participación ciudadana cuando apenas faltan dos meses para las elecciones municipales del día 26 de mayo.

Desde ya, y hasta el próximo 23 de abril, los ciudadanos pueden participar en la consulta pública previa para la elaboración del nuevo reglamento. Lo pueden hacer a través del portal web oficial del Ayuntamiento -www.castello.es- o presencialmente en las oficinas de registro. Mediante este proceso de participación, se recabará la opinión de los sujetos y de las organizaciones más representativas potencialmente afectados por la futura norma.

Cuáles son los objetivos

La nueva ordenanza se gesta con el objetivo de dar solución a cuatro problemas detectados actualmente, según el texto sometido a consulta pública previa. Uno de los principales es dotar al Ayuntamiento de un instrumento jurídico eficaz, de aplicación general, para mejorar el grado de limpieza y salubridad de la ciudad. También, definir conceptos básicos como solar, terreno, acequia o reguero, para que la gestión sea más clara y eficaz. Concretar las actuaciones a llevar a cabo y las que quedan prohibidas para facilitar la actuación de los ciudadanos y de la administración; y establecer un régimen sancionador que persiga los incumplimientos, completan los objetivos.

El mismo texto recalca la «necesidad» de aprobar esta nueva ordenanza «por el reconocimiento de una realidad existente que solo amparada por la norma puede controlarse de forma efectiva y conseguir un nivel de seguridad que el Ayuntamiento ha de procurar a los ciudadanos».

Al margen de esta nueva ordenanza, el bipartito ha impulsado otra complementaria, de Policía de la Edificación, que aborda el caso de los solares abandonados y se les otorga una posibilidad de usos alternativos provisionales, como ubicar terrazas, aparcamientos o zonas deportivas.

La ordenanza municipal que regulará la limpieza de los solares pretende dar solución a uno de los problemas a los que se enfrentan muchos ayuntamientos, entre ellos el de Castelló, a raíz de la crisis y del estallido de la burbuja inmobiliaria, que dejó decenas de solares sin uso. Terrenos que estuvieron destinados a la edificación de viviendas y que fueron abandonados o quedaron en manos de entidades bancarias. Esto ha provocado muchas quejas vecinales, sobre todo por la falta de limpieza de las parcelas y la aparición de roedores, además de varios incendios de matojos.