Mientras las administraciones siguen evaluando las consecuencias económicas del último temporal en la costa de Castellón, los representantes de los municipios más afectados recuerdan que continúa pendiente de concreción un plan contra la regresión del litoral en el sur de la provincia, elaborado en el año 2015, y que tiene como precedente el estudio de la Universidad de Cantabria, que situó esta zona del Mediterráneo como una de las más vulnerables a las inclemencias de todo el país.

El primer edil de Moncofa, Wenceslao Alós, explica que el coste total de todas las actuaciones apuntadas en el informe técnico «alcanza los 100 millones de euros», tal y como les han indicado en diferentes ocasiones que se han reunido para analizar este asunto. De todas las medidas, solo ejecutaron una obra en Almassora, y ahora está pendiente de licitación otra en Almenara. El importe previsto asciende a 7,8 millones de euros.

La alcaldesa de esta localidad, Estíbaliz Pérez, mantuvo recientemente un encuentro con representantes de Costas, justo en el momento de mayor virulencia de Gloria, y arrancó el compromiso de que el comienzo llegaría antes de que finalice el año, lo que supone un adelanto de cerca de tres meses sobre lo apuntado en la anterior reunión. Aunque para ello es necesario que el actual Ejecutivo cuente con unos presupuestos del Estado que incluyan la partida económica. Pérez manifestó su satisfacción por estos avances, aunque recordó que los vecinos llevan «más de 20 años reivindicando la construcción de espigones», subrayó.

PROYECTOS / Alós añade que hay otras fases que ya tienen el proyecto redactado, como es el caso de Moncofa y Xilxes, «aprobado el pasado 9 de julio, mientras que Nules lo tiene desde el 5 de agosto». Los trámites son largos, aunque la opinión generalizada es que la falta de inversiones se lleva arrastrando desde hace más de una década y que muchos de los estragos en todo este tiempo podrían haberse minimizado.

La estrategia de actuaciones en la parte sur de la provincia contempla las medidas a adoptar, con la creación de espigones y la aportación de arena en aquellas playas que han visto disminuir sus dimensiones desde hace décadas como consecuencia de la regresión. Los apartados incluyen una catalogación de prioridades, con tres grados, y también tienen en cuenta las adversidades derivadas del cambio climático.

Igualmente, la zona norte de Castellón expresa sus necesidades. La alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, recuerda que hay «un proyecto preparado para la desembocadura de la rambla Cervera y en el entorno de Aiguaoliva», del que Costas le indicó que «en breve debe salir». Aismismo, su homólogo de Vinaròs, Guillem Alsina, ecordó la necesidad de espigones que protejan el litoral, que la semana pasada afectó a varios viales. Procedan del sur o del norte, todos inciden en la necesidad de pasar de los «parches» a actuaciones más duraderas.