La lluvia dejará, con total seguridad, campos enteros de naranja inservibles hasta el punto de que no se entrará en ellos a recolectar. En ello coinciden todas las organizaciones agrarias e incluso la patronal provincial Asociex. Y es que, tras más de una semana con la fruta mojada prácticamente todos los días, el daño en algunas parcelas puede llegar «al 50%», según el responsable de cítricos de Fepac, José Francisco Nebot.

No en vano, cuando en un campo el daño supera el 30% a primera vista (esta fruta se tiene que quedar en el árbol) «ya no vale la pena entrar a recolectar», señala el presidente de Asociex, Jorge García, ya que después el destrio «se multiplica» en el almacén.

DAÑOS // Esto será así en los huertos en que no se ha recolectado nada, de forma que tienen mucha fruta madura (aguanta peor la lluvia) y no habían sido tratados para retrasar la maduración, señala José Ramón Urbán, de la Unió. Por ello, el presidente del Sindicat Central d’Aigües del Millars, Enrique Font, señala que las lluvias, aunque beneficiosas en general para el campo y los embalses, han rematado una campaña citrícola «catastrófica».

La Unió y AVA-Asaja estiman las pérdidas para el campo de la Comunitat en 100 millones de €. Las 100.000 toneladas de clemenules que se puede dejar de recolectar en la provincia (y de las que ya informó este diario) se pueden multiplicar en unos días.

La única noticia positiva para Castellón es que la lluvia no ha sido tan fuerte y perjudicial como en otras zonas, como «en Valencia y Andalucía, donde ha hecho mucho daño», señala Urbán. Pero, a pesar de que los almacenes están vacíos y hay demanda de fruta, los precios siguen a la baja, según la Lonja de Cítricos.

Con todo ello, los agricultores miran con esperanza al cielo. Si hoy hace viento y no sale el sol, el perjuicio será menor.