Una lluvia histórica (en un día de enero no había llovido tanto desde 1912) y «fuera de lo común», según el concejal de Seguridad Pública, Antonio Lorenzo, motivó ayer más de 200 actuaciones de los bomberos y la Policía Local de Castellón. Desde primera hora hubo serios problemas para circular por la ciudad.

Aparte de cortar numerosos caminos (el Serradal en su confluencia con la Ratlla, este mismo, Donación o el Camí Vell de la Mar, por ejemplo), el agua provocó las habituales inundaciones en bajos, accidentes leves de tráfico y algún rescate. Asimismo, la escoleta nº2 del Grao tuvo que cerrar por la caída de ramas de los pinos cercanos y los colegios La Magdalena y Mater Dei tuvieron que suspender sus clases por el agua que circulaba por barrancos. El centro Servef de la calle Historiador Viciano no pudo abrir.

Pero los principales problemas estuvieron en la Marjaleria. Como el Pinar, numerosas zonas de huerta quedaron inundadas. En el Serrallo, las acequias no rebosaban tanto desde que se instalaron los tornillos de Arquímedes hace más de 20 años. Ello se debió al temporal de Levante, que hizo que el mar retornase el agua una y otra vez y dificultase su achique. El grupo electrógeno se recalentó y los tornillos no funcionaron al 100%. Algo parecido sucedió en la zona del Senillar y la Molinera, donde los vecinos denunciaron que no se abrieron las compuertas. Los desagües al mar, aunque actuaron toda la noche, no dieron abasto y se retrasó la apertura. Todo a pesar de que por primera vez actuaron los bombeos de las acequias l’Obra y la Plana. Desde el PP, Vicente Guillamón denunció que el colector de la Primera Travessera hubiera evitado inundaciones.