Es una noche de nervios que se convierte en una mañana de alegría y emoción desbordada en miles de hogares, especialmente, en aquellos donde la inocencia e ilusión de los más pequeños inunda cada uno de los rincones. Los Reyes Magos han dejado una lluvia de regalos en la provincia. Juguetes para los más pequeños, complementos y ropa para los jóvenes y colonias para los mayores son algunos de los presentes.

Y es que Melchor, Gaspar y Baltasar cumplieron casi al detalle con los deseos de los niños que llenaron sus cartas de muñecos, cada vez más sofisticados que se asemejan a bebés reales, clásicos de Disney que nunca pasan de moda, las infalibles bicicletas y monopatines, juegos de mesa siempre divertidos, dispositivos tecnológicos de última generación, que entienden más los pequeños que los mayores. Regalos que llenaron los hogares de padres, abuelos, tíos o hermanos.

VILA-REAL // Sin duda, una de las tradiciones más arraigadas en la provincia es la que sucede todos los días 6 de enero por la mañana en Vila-real, donde sus majestades, gracias a la labor de Joventut Antoniana, recorren decenas de domicilios para entregar los regalos a los niños asomados en los balcones utilizando la vara y cantando el tirorí.

Los Reyes Magos aprovecharon sus últimas horas en la provincia, a la que volverán puntuales a su cita el año que viene, yendo a misa en Peñíscola, visitando la residencia de la tercera edad de Nules o entregando los presentes en el Almacén del Mar de Benicarló, en un acto organizado por la coordinadora de peñas.