"Se quedará un vacío muy grande, pero la situación era insostenible. Como aficionado a la música me gustaría que alguien coja nuestro testigo en Castellón, pero lo veo muy difícil”, son las tristes palabras de Jordi Pomer, uno de los propietarios de la mítica sala de Castellón Four Seasons, que después de diez años de actividad y más de 750 conciertos ha anunciado este martes que cierra sus puertas.

El próximo 31 de agosto y 1 de septiembre celebrará una última fiesta de despedida, pero la actividad musical de la capital de la Plana acusará por siempre el vacío que deja el ‘Forsi’. “Se han juntado varias razones que nos han obligado a tomar esta decisión”, admite Jordi, que relata lo siguiente: “Por mucha ilusión que tengas, no puedes vivir solo de las ganas. La gente joven tiene una falta de cultura de conciertos que no ha permitido cubrir el hueco que han dejado las anteriores generaciones, que por tener hijos o por la edad ya no viene tanto como antes”. Además, el propietario de la sala afirma que “el panorama musical, no solo las salas, pasan por un momento delicado. Económicamente nosotros hace cuatro años que cerramos con un balance negativo”.

Jordi Pomer agradece “a todo el mundo, desde programadores, a músicos, mánagers, camareros… su esfuerzo”, pero la decisión está tomada junto con su hermano David, también propietario del ‘Forsi’. “Creo que nuestra ausencia se va a notar porque venía gente de toda la provincia e incluso de Zaragoza, València, Barcelona o Madrid para ver a grupos que no podían ver en su ciudad”. El único consuelo que queda para los melómanos castellonenses es la última gran fiesta del 31 de agosto y 1 de septiembre: “Echaremos el resto, haciendo una programación de conciertos sobre todo con grupos de Castellón que siempre nos han apoyado”.