La provincia de Castellón vuelve a poco a poco a la normalidad tras dos días de lluvias torrenciales que convirtieron a las localidades -principalmente a las del norte el viernes pasado- en verdaderos ríos. Ayer fue el turno de las tareas de limpieza por parte de los vecinos afectados que se afanaban en achicar agua de los bajos y de los ayuntamientos que centraban sus esfuerzos en la recuperación de caminos, calles, infraestructuras y dotaciones.

Vinaròs intentó ayer recuperar la normalidad tras el gran diluvio. Josep Domingo Safont fue uno de los usuarios que se quedó atrapado el viernes en la estación de la localidad. «Los trenes parecían barcos y las vías eran impracticables», afirmaba. También fue habitual ver la imagen de los propietarios de locales comerciales limpiando los mismos. Fue el caso de Pablo Castell, quien comentó que «se rompió una tubería del edificio y parte de la pared pero finalmente hemos tenido bastante suerte, al no verse afectada la maquinaria ni el papel porque tuvimos la previsión de tenerlo elevado y el agua no llegó hasta allí».

Carlos di Pierro, vecino de Peñíscola y propietario de un bar, cuenta que el agua afectó a un congelador, dos neveras y una freidora. Ayer limpiaba su local. Por su parte, Adrián Brun destacaba que «en los seis años que llevo en este negocio nunca habíamos visto algo parecido». Mientras, en un aparcamiento de residentes de la urbanización peñismar seguían achicando agua que aún quedaba por evacuar.

Con el paseo ya despejado, una pareja catalana mencionó ayer que era el primer momento en el que salían del hotel «después de estar casi 48 horas incomunicados». En Alcalà y Alcossebre, Mercedes Pasamón llegó a propósito desde Barcelona para comprobar el estado de su vivienda y vió que el agua se había en ensañado con los muebles y enseres de la planta baja. Además, durante la mañana, los corrillos de vecinos que comentaban las fuertes lluvias eran habituales.

En cuanto a Benicarló, la lluvia arrasó instalaciones y sistemas de riego por goteo. Además, los vecinos de la localidad también se apresuraban a sacar agua de los bajos con el fin de terminar el trabajo lo antes posible y adecuarlo a como estaba antes de las fuertes precipitaciones.

TRABAJOS MUNICIPALES / Los ayuntamientos también centraron ayer sus esfuerzos en el arreglo de caminos y no bajaron la guardia en ningún momento del día. En Peñíscola se reestableció el tráfico en la mayor parte de viales que estaban cortados y las operaciones de limpieza seguirán en los próximos días. Lo mismo sucedió en Vinaròs, Alcalà y Benicarló, donde las brigadas municipales y empresas responsables del mantenimiento se dedicaron durante todo el día a adecuar caminos, puentes y todos los espacios que habían resultado dañados por las fuertes lluvias.

LA PROVINCIA / El resto de los municipios de la provincia de Castellón también trataban de volver a la normalidad poco a poco, con multitud de achiques de agua, después de que se levantara la alerta de riesgo extremo por precipitaciones torrenciales.