Orpesa ha convivido durante los últimos años de forma pacífica con un fenómeno, el del top manta, frente al que por falta de medios solo pueden aplicar remedios parciales, una problemática que comparte con varias localidades costeras de la provincia. Sin embargo, este clima de tranquilidad saltó por los aires en la madrugada de ayer, después de que un grupo de manteros rodeara a dos policías y agredieran a uno de ellos. Un ejemplo de que la cuestión de la venta ambulante ilegal, lejos de llegar a una solución, se está enquistando en los principales núcleos turísticos de la provincia y el resto del país.

Los hechos tuvieron lugar a las 1.20 horas, cuando una patrulla de la Policía Local divisó un vehículo dedicado a la distribución de este tipo de mercancía y le dio el alto. «Intentamos evitar que se instalen, ya que una vez lo hacen, por razones de seguridad y orden público, solemos eludir las intervenciones», manifiesta a este diario el jefe de la Policía Local de Orpesa, Clemente Rodrigo.

Sin embargo, el conductor obvió la orden y emprendió la huida, conduciendo de manera temeraria por viales de Marina d’Or. Mientras, la patrulla seguía el vehículo a distancia para no generar una situación de peligro. Los manteros se dirigieron a una zona del complejo turístico en la que se reunen habitualmente los vendedores y comenzaron a pedir ayuda a gritos.

En ese momento, según indican desde fuentes policiales, aparecieron una veintena de personas que rodearon a los agentes en actitud amenazante, alguno de ellos portando objetos como sillas. Fue entonces cuando uno de los policías recibió un golpe de uno de los manteros, aunque solo resultó herido leve.

Con la llegada de refuerzos, los vendedores se dispersaron, aunque posteriormente se pudo localizar tanto al conductor del vehículo huido como al autor de la agresión, que pasó a disposición judicial en la mañana de ayer.

ALCOSSEBRE

Las cosas no han llegado a tal punto de tensión este verano en Alcossebre, uno de los puntos de la provincia con mayor presencia de vendedores, aunque «la problemática está yendo a más», como detalla la concejala de Turismo de Alcalà de Xivert, Alejandra Roca. «Hace diez años la presencia del top manta en la localidad era casi anecdótica, pero ahora es muy importante y los comerciantes están muy alterados», manifiesta la edila.

«Tenemos una pareja fija de policías locales en el paseo de Las Fuentes y otra en la plaza Vistalegre, con lo que conseguimos que haya menos vendedores. Pero necesitamos colaboración de otras administraciones y no la tenemos, y eso que la pedimos todos los años», argumenta Roca.

BENICÀSSIM

En Benicàssim, pese a que la presencia de vendedores es evidente en zonas como el Eurosol y el Torreón, la convivencia por lo general es pacífica. El método utilizado por la Policía Local, tal y como explica su jefe, Eugenio Capitán, es «evitar que monten». «Se van moviendo por varias zonas, dependiendo de dónde perciban que hay más presencia policial», manifiesta Capitán. Pese a las limitaciones, las intervenciones se siguen produciendo con regularidad en el litoral de la provincia. El año pasado, por ejemplo, la policía de Orpesa realizó más de 400 operaciones relacionadas con la venta ambulante ilegal en los meses de verano, en las que se incautaron un total de 6.824 artículos falsos.

En otros municipios de la provincia, como Castellón capital, Moncofa o Benicarló, la presencia de estos vendedores --la gran mayoría de origen africano--, es mucho menos representativa.