El quiosco-cafetería Dorotea es un establecimiento comercial sobradamente conocido en Onda. Con más de tres décadas de trayectoria, este local no es un distribuidor de prensa al uso, ya que a lo largo de este tiempo ha sabido compatibilizar esa actividad con la de panadería, la de bar y, en definitiva, se ha convertido en un punto de encuentro para numerosos vecinos de la población.

En la actual situación de alerta sanitaria, continúa abriendo cada día su persiana, aunque en condiciones muy distintas desde que se produjo la súbita llegada del covid-19. Al frente de Dorotea se encuentra Marcelino Martínez, muy bien respaldado por su sobrina Aída Martínez: «Nos hemos visto obligados a cerrar la cafetería, pero desde el inicio de la crisis mantenemos en funcionamiento tanto la panadería como el quiosco y es un placer seguir al pie del cañón», relata.

Ubicado en la 42, de Onda, el responsable del establecimiento de reconoce que han tenido que adaptar el horario «a las nuevas circunstancias sociales y es igualmente muy amplio, pero reducido». «Empezamos a trabajar a las 6.00 de la madrugada y acabamos a las 20.00 horas», repasa el gerente.

Al referirse al estado actual de su negocio, Marcelino Martínez asegura que están «aguantando el chaparrón, aunque siempre con optimismo y con una sonrisa», destaca. «No se puede negar que las ventas generales han bajado de forma considerable, pero somos conscientes de que llevamos a cabo una importante labor esencial y de que la prensa es un bien muy importante para la ciudadanía con el objetivo de hacer frente a la incertidumbre actual por el coronavirus», comenta.

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Sobre el producto estrella en el quiosco Dorotea, su propietario no vacila a la hora de destacar que es Mediterráneo: «Sin duda es el periódico más leído en la provincia y, durante estos días, incluso vendemos más ejemplares que antes del comienzo de la crisis». «Hay jornadas en las que agotamos la edición antes del mediodía, lo que demuestra, por un lado, la necesidad de los ondenses de saber con exactitud lo que sucede en Castellón y, por otro, el gran arraigo del periódico entre los vecinos», argumenta.

Una «excelente noticia» para Marcelino Martínez fue la apertura del confinamiento a los más pequeños de la casa: «Ha sido un ligero avance, un paso para la vuelta a la normalidad y, en nuestro caso, nos ha permitido un alivio, ya que inmediatamente notamos un incremento considerable en la demanda de chucherías y de golosinas, que es uno de nuestros fuertes», afirma.