Los ecos políticos del bronco debate que se vivió el pasado viernes durante el pleno extraordinario del Ayuntamiento de Castellón se prolongaron ayer a través de los correspondientes comunicados que los diferentes partidos emitieron, en los que se enfatizaba sobre los respectivos argumentos que defiende cada uno de ellos en materia de corrupción y la necesidad de blindar la práctica política municipal ante posibles irregularidades en la gestión. En este contexto la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, puso de manifiesto ayer su firme voluntad de activar todos los mecanismos administrativos que sean necesarios para blindar el buen gobierno y reforzar los controles y las alertas que permitan evitar casos de corrupción «como los que tanto daño han causado a otras instituciones». Al respecto, Marco remarca como prioritario trabajar en este sentido para dar credibilidad a lo que concierne a lo público y a la propia democracia.

Las declaraciones de la alcaldesa se producen a raíz del acuerdo aprobado en el pleno para crear una oficina antifraude que vele «aún más» por la integridad de la acción del gobierno municipal. Marco lamentó el impacto negativo que la corrupción ha tenido en la política y en las instituciones de Castellón y en la Comunitat Valenciana en general.

CONTROL DEL DINERO PÚBLICO // Para la máxima dirigente municipal castellonense «las administraciones públicas afrontan a diario grandes retos para mejorar el bienestar de la ciudadanía y lo deben hacer con la más absoluta transparencia», así Marco señaló que «el Ayuntamiento de Castellón está abierto de arriba abajo para que cualquiera sepa en qué se gasta hasta el último céntimo de euro». Para la mandataria local, «es nuestro objetivo mejorar la calidad de vida de vida de las personas con todos los recursos económicos disponibles».

Marco recordó que «hemos vivido tiempos en los que los representantes de la ciudadanía robaban y despilfarraban el dinero de los impuestos para su enriquecimiento personal o para financiar de forma ilegal a su partido político», por lo que añadió que es «bueno que los corruptos estén ahora sentados en el banquillo y que la Justicia les imponga las penas que se merecen», afirmó en relación al caso Gürtel.

A su modo de ver, el Gobierno municipal de Castellón lleva dos años y medio «poniendo orden en la economía del Ayuntamiento» y, de forma paralela, «trabajando para cambiar la reputación de la ciudad, porque es intolerable que hasta hace bien poco sólo se relacionase a Castellón con las corruptelas de los políticos de la derecha y con el derroche y el malgasto». Marco añadió que «los que roban o despilfarran están corrompiendo el sistema y están quitándonos el dinero destinado a construir colegios, centros de salud y pagar las pensiones a nuestros mayores».

La alcaldesa dijo ayer que es necesario establecer los mecanismos necesarios en las instituciones «para que no haya ni una sombra de sospecha sobre las personas que gestionan el dinero público».