Una vez aplazada la Magdalena, toca velar por que se cumpla el objetivo de la suspensión decretada. Esto es, reducir el riesgo de contagio del coronavirus para evitar un aumento exponencial de casos que colapse los servicios sanitarios. Para ello, la alcaldesa de Castelló apuntó una serie de medidas y recordó que el asunto es también individual. La lucha contra el coronavirus no depende solo de Ayuntamiento y administraciones. Es básica la colaboración ciudadana. Así que, como medida disuasoria, subrayó un apunte de los servicios jurídicos municipales. Amparo Marco advirtió de posibles sanciones de hasta 600.000 euros por convocar actos masivos en Castelló. Así lo prevé la ley de Salud Pública.

Esta fue una de las claves del discurso de la alcaldesa, que compareció ante los medios después de una nueva reunión de la comisión de seguimiento del coronavirus. Marco indicó que una de las medidas acordadas es incrementar la presencia policial en la ciudad para que se cumpla el decreto de la suspensión de la Magdalena, ante la previsión de que haya personas que realicen por su cuenta actividades como botellones o una Romería alternativa. Esta medida va dirigida, explicó la alcaldesa, a asegurar que «no haya ninguna persona que individualmente o colectivamente inste o convoque a otros vecinos y vecinas» a asistir a actos masivos.

La primera edil explicó que, en materia de seguridad, se podrán tomar más decisiones en los próximos días. Por lo pronto, hoy se espera que se celebre la junta de seguridad aplazada ayer. Otras medidas adoptadas ya son el desmontaje de todas las instalaciones de fiestas y agilizar las ayudas hacia el món fester, para facilitarlas en cuanto se aprueben los presupuestos y se concreten las ayudas de la Generalitat valenciana al respecto.

Hábitos // En cuanto a actos privados, se apeló a la responsabilidad y el sentido común de la ciudadanía, que va asumiendo a medida que pasan los días que la Magdalena deberá celebrarla cuando pase la crisis sanitaria y el Ayuntamiento determine una fecha, algo que por el momento no ha sido tratado en las reuniones. Son los hábitos particulares una de las preocupaciones de las autoridades. Rafa Simó, portavoz del equipo de gobierno, explicó que la labor del consistorio es «recomendar» a la gente que evite actos masivos. «No podemos prohibir que unos amigos queden para almorzar», explicó, «pero hay que ser consciente que suspender las fiestas no es un capricho». Puso como ejemplo una cena de celebración en Madrid, donde se despedía a un médico, y que ha causado más infectados por coronavirus. «Debemos de ser conscientes de nuestros actos, sin alarmismo, pero pido responsabilidad y seny», explicó Simó.