La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, anunció durante el pleno de ayer que «la guardería San Vicente Ferrer no se cierre para el curso 2018/2019 y, para un futuro, estudiaremos con la Fundación Caja Castellón soluciones». Marco reveló una reunión mantenida ayer a mediodía con el gerente de la fundación propietaria de la escuela, José Quereda, en la que «Ayuntamiento, Diputación y Conselleria nos hemos puesto a disposición de la fundación para que no se cierre el próximo año». Intentó zanjar así el debate generado a raíz de una moción presentada por Ciudadanos, en la que instaban a buscar soluciones para evitar el cierre de la escuela, a la que acuden 52 niños de familias con escasos recursos.

Lo intentó, pero no lo consiguió. Desde Cs siguieron reclamando «un compromiso formal» y el PP afeó que el equipo de gobierno «ha tenido el problema sobre la mesa durante más de año y medio y no han reaccionado hasta verse con el agua al cuello».

En cuanto al punto estrella de la sesión, la aprobación de la exposición pública del Plan de Ordenación Pormenorizado (POP), a partir de septiembre, siguió el guión previsto y PSPV y Compromís lo sacaron adelante con el apoyo -justo pero suficiente- de tres ediles de Castelló en Moviment (y la abstención de Anna Peñalver); y con el PP y Cs en contra.

Valoraciones

El portavoz de CSeM, Xavi del Señor, recriminó a la alcaldesa que la consulta pública «ha estado pendiente de un hilo», que ella no se ha sentado a negociar, que la respaldan «por responsabilidad» y advierten que «no es un cheque en blanco».

PP y Ciudadanos justificaron su voto en contra «en la falta de participación» porque todavía no se han resuelto las más de 500 alegaciones a la parte estructural. Calificaron el trámite de «temerario» y reprocharon que «se aceleran plazos solo para tenerlo aprobado antes de elecciones».

El edil de Urbanismo, Rafa Simó, detalló que se está haciendo «una tramitación maratoniana», y desveló que, entre otros motivos, es «por prudencia, porque existe la remota posibilidad de que alguien interprete que esta exposición pública tenía que remitirse antes del 20 de agosto al DOGV (Diari Oficial) y que, de no hacerlo, haría falta rehacer documentos ya elaborados. Cuando identificamos ese minúsculo riesgo en la tramitación, yo antepuse la tramitación administrativa a las gestiones políticas».

El portavoz de Compromís, Ignasi Garcia, hizo autocrítica, «por la obligación de cambiar de ritmos y no tener aún resueltas las alegaciones» y acentuó la necesidad de avanzar en la aprobación de un nuevo Plan General para Castellón «que termina con el urbanismo a la carta».

Protesta de vecinos

Una decena de vecinos del barrio de Crèmor acudieron al pleno de Castellón y mostraron su descontento por no tener resueltas las alegaciones a la parte estructural del Plan General antes de aprobar la consulta pública del pormenorizado. También fueron residentes en la Marjaleria.

Otros puntos:

Camí la Ratlla. El PP no logró sacar adelante -solo les respaldó Cs- una moción en la que pedían una mejora integral en el Camí la Ratlla. Simó la calificó de «oportunista» y detalló las gestiones que se están realizando ya con el objetivo de mejorar la zona.

Blasco Ibáñez. CSeM se alineó con PP y Cs -en una jugada similar a la del proyecto de remodelación del antiguo asilo- para aprobar su moción para urbanizar la calle Carcagente y mejorar la seguridad del colegio Blasco Ibáñez. Un proyecto que está valorado, según el edil de Educación, Enric Porcar, «en unos 750.000 euros» que ahora no se pueden asumir, aunque se les forzará a ello.

Aceites usados. La estrategia más ‘descabellada’ y a la vez efectiva fue la de Cs, que consiguió unanimidad para concurrir a un proyecto que utilice aceites usados como combustible, tras un debate en el que todos los grupos lo cuestionaban pero terminaron por respaldarlo.

Avión de Sánchez. Cs criticó el viaje con avión oficial del presidente del Gobierno al FIB y dijo que se había utilizado a Castellón «como teloneros».