Amparo Marco ha conseguido el compromiso de la Conselleria de Hacienda para que se paralice la subasta de bienes de la herencia Martell, con el objetivo de que se incorpore en su totalidad al patrimonio municipal. Asimismo, se quiere evitar la subasta o permuta de sus activos para realizar inversiones fuera de Castellón, algo que según la alcaldesa ya ha sucedido y que califica como “totalmente intolerable”.

Este acuerdo fue resultado de la visita que el conseller Vicent Soler realizó al ayuntamiento en el mes de septiembre, cuando Marco le transmitió de forma oficial esta petición. Ahora, el próximo paso es que Ayuntamiento y Conselleria de Hacienda se reúnan para analizar la situación de los bienes, ver lo que queda sin subastar y “ponerlo al servicio de Castellón”, dijo la alcaldesa.

Y es que, tal y como explican fuentes municipales, esta herencia debía haberse distribuido por ley entre el consistorio, la Diputación provincial y la Generalitat a la muerte de Josefa Martell en 1988, “pero el Consell no solo no realizó dicho reparto, sino que comenzó a realizar transacciones inmobiliarias y ventas obviando el procedimiento de subasta pública antes y después del reparto legal de la herencia”.

La alcaldesa detalla que el equipo de gobierno quiere recuperar los bienes y ponerlos al servicio de las oenegés “para la puesta en marcha de sus proyectos”.

La última subasta de bienes de la herencia tuvo lugar en marzo del año pasado, cuando la Conselleria de Hacienda ofertó tres parcelas rústicas pertenecientes al patrimonio Martell. Sin embargo, ninguno de estos terrenos, valorados en más de 300.000 euros, encontró comprador.

Una de las principales críticas que se hizo en su momento, y en la que coincide Marco, es que la administración autonómica dejó pasar los años de bonanza económica sin subastar los activos. “El valor de muchos bienes de la herencia se ha devaluado como consecuencia de la crisis y muchos inmuebles prácticamente se han regalado”, manifestó. H