La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, ha dado la palabra a los vecinos para que intervengan en el pleno en dos ocasiones en solo tres meses. Por la entrada en vigor de la ley de grandes ciudades, los castellonenses pueden solicitar hacer uso del turno de intervención vecinal en la sesión plenaria, previa petición a la alcaldía, y durante este año ya lo hicieron el pasado mes de enero, cuando las entidades vecinales de la Marjaleria solicitaron al consistorio mayor seguridad en esta zona de la ciudad, y en breve lo hará la Asociación de Vecinos Rafalafena de la capital.

La presidenta de este colectivo, Vicky Amores, explica a Mediterráneo que realizaron la solicitud y ha sido aprobada, por lo que un portavoz de la asociación subirá al atril municipal en el próximo pleno --aún sin fecha por la situación de confinamiento que vive la ciudad en estos momentos, ya que el de este mes de marzo lo han retrasado--. El objetivo de esta presencia vecinal en el pleno, según dice Amores, es para mostrar el malestar de los residentes en esta parte de la ciudad sobre la remodelación de la avenida de Lledó, que prevén realizar cofinanciada con 3,5 millones procedentes de la Unión Europea.

VERSIÓN

Este vial «está perfecto y con el nuevo proyecto eliminarán un carril de entrada que es la calle principal por la que acceden al centro de la ciudad los vecinos de la Marjaleria», indica. «Además, si cambian esta dirección, el tráfico se trasladará a otras calles de Rafalafena y habrá más circulación en el propio barrio», agrega Amores, quien destaca que los locales comerciales ubicados en la avenida de Lledó han trabajado bien siempre y, ahora, esta decisión «podría afectar a sus ventas», matiza.

Las críticas suscitadas por los residentes y comerciantes de la zona ha llevado al consistorio a contar con la participación ciudadana para perfilar el proyecto definitivo de remodelación y escuchar a los vecinos con el fin de consensuar los trabajos, aún sin fecha de inicio. A este respecto, miembros de la Asociación Rafalafena mantuvieron una reunión con los concejales del equipo de gobierno David Donate y Jorge Ribes, en la que les mostraron su malestar y recibieron información sobre los detalles del embrionario proyecto municipal.

EL PROYECTO

La memoria inicial prevista por el consistorio contempla la remodelación de los 1,5 kilómetros de la avenida de Lledó, desde la plaza María Agustina hasta la basílica. En cuanto a la mejora de la movilidad peatonal y ciclista de esta importante arteria de la capital destaca la eliminación del carril de entrada de circulación --punto de discordia en la actualidad-- y de los estacionamientos en el tramo comprendido entre María Agustina y la calle Rosa María Molas, además de la ejecución de una plataforma peatonal y ciclista por la parte central de la calle. Respecto al espacio entre Rosa María Molas y la basílica del Lledó, el proyecto describe la ampliación del andén peatonal central actual y la ejecución de un carril bici, manteniendo un vial en cada sentido y eliminando los aparcamientos.