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Gobernar en solitario, reeditar el Pacte del Grau que la aupó a la alcaldía en 2015 o intentar un acuerdo con Ciudadanos. Son las hojas de la margarita que tiene Amparo Marco en sus manos. La alcaldesa en funciones de Castelló ha conseguido los apoyos necesarios en las urnas para revalidar su cargo otros cuatro años pero debe definir cómo lo hará. A corto plazo le faltan cuatro escaños para atar la investidura del próximo 15 de junio; y a largo, intentar garantizar la gobernabilidad. Podría sumar con los tres de Compromís y los dos de Podem-CSeM-EU; pero también solo con Ciudadanos.

Consciente de la privilegiada posición que le otorgan diez concejales, la socialista se está tomando su tiempo y no tiene prisa para iniciar negociaciones. Mientras, quienes han sido sus socios en los últimos cuatro años --los de gobierno (Compromís) y también los de la oposición (Podem-CSeM-EU)--, urgen una decisión, ven la reedición del pacto de gobierno de este mandato como la única vía para impulsar políticas progresistas, insisten en que cierre la puerta a una alianza con Ciudadanos y dudan de la estabilidad de un gobierno en minoría.

Ante estos mensajes, Marco contesta que tomará «la mejor decisión para Castelló» y advierte de que «ningún mandato es igual al anterior», pero no destapa sus cartas. Tras una semana de las elecciones que convirtieron al PSPV en la primera fuerza de la capital después de 32 años, la alcaldesa apenas ha movido ficha, salvo una primera reunión con los concejales electos en su despacho de alcaldía, al finalizar el último pleno ordinario de mandato, celebrado el pasado jueves.

Para esta semana se prevén más movimientos, pese a que todo apunta a que la decisión final se demorará y estará próxima al 15-J. El PSPV celebrará mañana la ejecutiva local para hacer balance de los comicios y marcar la hoja de ruta de las negociaciones, aunque ya se ha avanzado que el partido daría autonomía a Marco para fijar las pautas, eso sí, sin aislarse de la actual coyuntura, con hipotéticos pactos abiertos, posibles a izquierda y centro-derecha, en el Gobierno, en la Generalitat, Diputación o en otros ayuntamientos de la provincia.

SIN BRANCAL, ¿MÁS FÁCIL? // Mañana también hay previstas asambleas de Compromís y Podem-CSeM-EU. Los primeros han convocado de nuevo a sus militantes después de la tensa reunión del pasado jueves que desembocó en la renuncia al acta y en la petición de baja del partido de Ali Brancal. El objetivo es informarles de las novedades al respecto de la candidatura. La salida forzada de Brancal abre una brecha en el seno de Compromís pero, según valoró su número uno, Ignasi Garcia, esto puede facilitar las negociaciones con el PSPV.

La confluencia encabezada por Fernando Navarro, por su parte, se reunirá por primera vez tras el 26-M y diseñarán también su hoja de ruta para intentar el pacto.

El equipo naranja de Alejandro Marín-Buck está a la espera de órdenes del partido para decidir si en Castelló estarían dispuestos a aliarse con los socialistas para dar estabilidad con sus cuatro concejales y a qué precio.

Al margen de pactos, la otra posibilidad que sopesa Marco es afrontar la legislatura en minoría, con sus 10 concejales, y buscar apoyos puntuales en otras fuerzas para gobernar, con las primeras concesiones cara a la sesión de investidura.